En 'La Tarde'

"Si se oye algo de noche es la policía o una parejita hablando de amor"

Antonio y su familia son los últimos habitantes de la pedanía de Los Rubios, en Badajoz

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

Un día, Antonio Carrizosa, harto del bullicio, el estrés y el tráfico de la ciudad decidió prejubilarse e irse a vivir a Los Rubios, una pequeña pedanía en el municipio de Granja de Torrehermosa, en Badajoz, en el que su madre dio sus primeros pasos. Junto a Antonio solo viven en el pueblo su mujer y su cuñada. Cuando llegaron, no había ni calzadas, ni contenedores ni tendido eléctrico. Tan solo catorce viviendas deshabitadas, cuatro de las cuales compró Antonio para ir reformándolas poco a poco. 

“Tengo el coche con las llaves puestas y el coche se queda abierto. Duermo con la casa abierta”.

Como ha explicado en 'La Tarde' de COPE, a pesar del aislamiento, Antonio disfruta de este estilo de vida sencillo: “Se vive bien a los que nos gusta vivir así. A mí me gusta vivir en el campo. Lo que hace falta es tiempo, más tiempo. Y el tiempo no se puede comprar”. Y el que elige esta vida es porque busca la tranquilidad: “Tengo el coche con las llaves puestas y el coche se queda abierto. Duermo con la casa abierta”.

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Aunque la familia busca maneras de salir de la rutina, siempre acaban echando de menos el pueblo: “A mi mujer y cuñada les encanta. Salimos a hacer compras, de vacaciones…pero volver a casa siempre es un descanso”. Y una vez de vuelta en casa, Antonio no se aburre: “Cada día es diferente. Me levanto al amanecer, leo la prensa digital, preparo el desayuno…doy el paseíto a los perros y ya me pongo a hacer cosas. Hoy he estado cogiendo unos espárragos para mi hermana, otro día haces un dibujito, echas el rato con el hortelano…”

La zona está tan deshabitada que escuchar cualquier sonido inesperado llama la atención: “Cuando suena un coche es la Guardia Civil. Si no, es alguna parejita que se cuenta sus cosas de amor”.

Pero puede que dentro de poco Antonio y su familia dejen de estar solos en Los Barrios, porque un hombre sueco, después de escuchar su historia, se ha interesado por el lugar: “Hay un señor que dice que a ver si puede hablar conmigo porque es pensionista y le gustaría vivir en un pequeño paraíso como Los Rubios”.

Un pequeño paraíso que podría empezar a ser un poco menos pequeño.

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