En 'La Tarde'

Un responsable de una ONG obligaba a mujeres a tener sexo a cambio de comida

Hablamos con el Cabo Pajuelo, sobre el responsable de una ONG de Almería que obligaba a mujeres a tener sexo a cambio de comida 

Borja Martínez

Publicado el - Actualizado

2 min lectura

Tiene 63 años, era voluntario de una ONG en Vícar, Almería, y desde el jueves está en prisión por extorsionar a mujeres. Concretamente 6, en situaciones de exclusión social, a las que pedía tneer sexo a cambio de comida, procedente del banco de alimentos. Tras su detención, los agentes encontraron en su garaje, alimentos en condiciones casi insalubres, caducados, y que tenían que haber sido repartidos antes del 31 de diciembre. Este hombre a su vez, se habría quedado con 4300 euros en productos procedentes del banco de alimentos entre los años 2016 y 2017. 

"El acto se producía en el momento de la entrega de alimentos, cuando estaban las mujeres solas, o en el vehículo de transporte a domicilio"

La investigación comenzó en el mes de enero, cuando una mujer denunció que no recibía siempre la misma cantidad de alimentos, y la cantidad era diferente a la que recibían sus vecinas. Había tenido que acceder a tener sexo con este individuo para que le proporcionara más alimentos. También investigan a la esposa, y al responsable de la ONG que permitió que se almacenara la comida en lugares insalubres.

En 'La Tarde' hemos hablado con el Cabo Pajuelo, responsable de la operación: "El tema del dinero era de dos maneras, una cantidad muy pequeña para meterla en el banco de alimentos, y otra pequeña cantidad en concepto de trasporte, en el lugar del almacenaje de su vivienda. Él tenía conocimiento de a quien le mandaban comida, y a lo largo del timepo estableció relaciones personales con ellas. Iba conociendo los problemas de cada casa. Si eran mujeres solas, accedía al tema del sexo".

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A pesar de descubrirse ahora, al parecer llevaba dos o tres años haciéndolo: "Luego hay 23 personas que no reciben la cantidad adecuada de comida. Y también hay mujeres que se han vuelto a su país y no hemos podido contactar con ellas. A muchas personas les cuesta mucho reconocer las cosas por su dignidad". 

En su garaje almacenaba alimentos básicos: leche, aceite, potitos de bebés, fruta en conserva: "El acto se producía en el momento de la entrega de alimentos, cuando estaban las mujeres solas, o en el vehículo de transporte a domicilio". 

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