Siempre reine en Europa la confianza y la justicia. Si no existiera la Unión Europea habría que inventarla, para muchas cosas, para comprar vacunas y para ponerle freno a los que, como nuestro actual gobierno creen poco en la separación de poderes. Para renovar el CGPJ, que no es el Gobierno de los jueces en España pero como si lo fuera, los vocales escogidos por el Parlamento tienen que ser elegidos con una mayoría de tres quintos, una mayoría reforzada que exige el acuerdo del PP y del PSOE.
PP y PSOE no se han puesto de acuerdo desde diciembre de 2018, que es cuando se tenía que haber renovado. ¿Qué hizo Sánchez en perfecto acuerdo con Iglesias entonces en el Gobierno? Presentar en el Congreso una ley para que la mayoría necesaria para la renovación fuera mayoría absoluta y no de tres quintos. Ese iniciativa despertó las alarmas en Bruselas.
"Seguiremos de cerca la situación y esperamos más información del Gobierno de España", señalaba ya el pasado mes de diciembre el comisario del ramo, Didier Reynders.
Cuando se frustró el acuerdo entre PP y PSOE en febrero, los grupos socialistas y de Podemos volvieron a hablar de impulsar esa reforma que suponía menos independencia. Pero el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, ha confirmado que se echan para atrás, dice ahora que no hay que distraerse
¿Qué ha pasado para que el Gobierno ceda? Bruselas dejó claro que esa reforma no se podía hacer sin llegar a un acuerdo con la oposición y sin escuchar órganos independientes como la Comisión de Venecia. La semana pasada, tres asociaciones judiciales, las mayoritarias, mandaron un escrito quejándose de la falta de respeto.
Anunció después que el ministro de la Comisión Europea responsable de Justicia, Vera Jourova, quien le trasladó que considera "urgente" la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). En una declaración de Jourova difundida tras el encuentro, la vicepresidenta comunitaria consideró que había sido "muy útil" porque el ministro le garantizó que la reforma promovida por el PSOE y Podemos para reformar el sistema de elección del CGPJ "no será llevada adelante".
Bruselas limita los desmanes de un Gobierno podemizado. A todos nos conviene que siga haciéndolo con el plan de recuperación y las reformas de las que no tenemos noticia.
Bruselas, eso sí, acepta la otra reforma impulsada por el Gobierno que paraliza los nombramientos que pueda hacer el CGPJ. Esto significa que hace falta el acuerdo PP y PSOE. Siempre será más fácil esa reivindicación si el Gobierno no se empeña en que Ricardo de Prada, el juez que metió de rondón la frase sobre la caja b en la sentencia de la Gürtel, sea vocal. Si la UE no existiera habría que inventarla.