Fernando de Haro: "Calviño dice que ella paga menos por la cesta de la compra, ya nos dirá dónde compra"

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Ana Fernández, que saltó a la fama por 'Los protegidos' y ha protagonizado la exitosa serie de 'Las chicas del cable', hace unos meses se sintió muy querida en un momento muy difícil de su vida. Pero este fin de semana, en la gala de los Goya, se sintió minusvalorada. Mira que está dando de sí la Gala de los Goya, no por sus críticas a la invasión de Ucrania. No por sus críticas a la revisión de penas de los condenados por delitos sexuales, sino por otras razones. Bueno, pues Ana Fernández ha denunciado el sistema para elegir "quién pasa por la alfombra azul", no le gusta.

Dice que a un número o interesante de actores y actrices no les dejaron pasar por la alfombra azul. No voy a ser yo el que le quite o le dé la razón a Ana Fernández o se la quite, porque de esto de galas no se nada. Pero me llama la atención la facilidad que tenemos todos últimamente para sentirnos agraviados. Le exigimos a todo el mundo una gran responsabilidad afectiva. Los otros tienen la culpa de que me sienta un hombre arrinconado por los discursos feministas, de que me sienta una mujer acosada por las actitudes machistas.

Todos o casi todos tienen la culpa de que nos sentimos agraviados u ofendidos porque no todo el mundo tiene una responsabilidad afectiva.

En realidad, esta especie de agravio universal, esta forma de resentimiento, es una forma de depender del que te agravia, es una falta de libertad. Se siente agraviado el que no está en la alfombra azul porque quiere ser como los que están en la alfombra azul. Se siente agraviado el macho muy macho porque quiere la misma discriminación positiva de la que gozan las mujeres, se sienten agraviadas algunas feministas porque quieren ser como los hombres blancos heterosexuales.

Es un mal negocio, querer ser necesariamente como los que pisan la alfombra azul. Como los que tienen discriminación positiva por sexo o como los que discriminan de forma negativa. Es mal negocio porque supone que siempre estás definido por el que te agravia.

Subida del precio de la cesta de la compra

Hoy ha dicho Yolanda en el Congreso que es cuestión de saber sumar y restar. Pues vamos a ello. Hace unos días quisimos sumar y restar para saber qué estaba pasando en el supermercado, qué estaba pasando con la compra después de la eliminación o la bajada del precio del IVA.

La vicepresidenta del Gobierno lo tenía clarísimo: ella paga menos. Calviño paga menos. Ahora sí, tenemos los datos ya. Hoy hemos conocido el IPC. Ya nos dirá Calviño dónde compra porque hoy hemos conocido los datos referidos a los alimentos, suben más de un 15%. Los alimentos son un 15% más caros que hace un año. En concreto, crecieron en enero un 15,4% en tasa interanual. De esta forma, la rebaja durante seis meses del IVA de los alimentos de primera necesidad.

Segundo dato. Este indicador, que no tiene en cuenta alimentos no elaborados ni combustibles, está en el 7,5% y apenas ha dejado de subir desde que empezase el proceso inflacionista, y supera en 1,6 puntos el IPC general.

Tercer dato: el IPC quebró en enero una racha de cinco meses de tendencia a la baja y su tasa interanual rebotó hasta el 5,9%

Hemos sumado y hemos restado y nos ha salido esto.