Fernando de Haro, desde la playa del Tarajal: "Cuando Marruecos ha cerrado el grifo, ha llegado la paz"

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Muy buenas tardes a la gente, gente, desde la playa del Tarajal, donde la noticia es el silencio, en la que solo se oye el romper de unas olas pequeñitas.

Todo ha cambiado en 24 horas. Hace 24 horas estábamos exactamente en este punto. Delante de mis ojos tenía un grupo de menores, varios grupos de adolescentes y chicos custodiados por el Ejército, y asistía cómo eran invitados para volver a Marruecos. En este momento, la playa del Tarajal está desierta. El espigón desde el que los últimos días han saltado 10.000 personas probablemente, no hay nadie. Absolutamente nadie. Incluso el despliegue del Ejército se ha reducido considerablemente. Solo hay algunas dotaciones de caballería. No hay carros blindados como ayer. Hay Guardia Civil pero no se ve agitación. Lo que se ve en la playa son botellas de agua, alguna gaviota y ropa de quienes estaban llegando ayer y se ha quedado ahí, abandonada.

Algunos han decidido volver. Otros están andado, yendo y viniendo por Ceuta en este momento. Esa situación de tranquilidad evidencia que no es una crisis migratoria como venimos diciendo desde ayer, sino una crisis internacional. En el momento que el gobierno de Marruecos ha decidido cerrar el grifo, aquí ha llegado la paz. Evidentemente era un chantaje que estaban haciendo.

Por eso es sorprendente que después de escuchar los sonidos que hemos escuchado aquí, en el Tarajal, se hayan oído en Congreso los sonidos de un Gobierno y una oposición dividida.

Viviendo como estamos viviendo, una de la mayores crisis con Marruecos, Gobierno y oposición han llegado al Congreso de de los Diputados sin haber hablado. Casado reprochando a Sánchez que no se deja ayudar y haciendo sus críticas. Sánchez respondiendo que la oposición no es leal.

¿Por qué no han hablado minutos antes de entrar al Congreso de los Diputados? ¿Por qué no han fijado una posición conjunta en esto? ¿Por qué no tenemos en esto una política de Estado? Se trata de marcar un rumbo y decidir cómo se responde a Marruecos y de seguir ese rumbo cuando cambien los Gobiernos.

Una vez tenido en cuenta todos los factores, marcar un rumbo como política de Estado, como tienen en otros países de Europa. Da igual que el Gobierno sea de izquierdas o de derechas. Da igual que gobierne Sánchez o Casado para que cuando llegue una crisis como esta, esté claro cuál es la posición.

Marruecos conoce perfectamente España. El Gobierno de Marruecos no ha escogido cualquier momento para intentar chantajearnos. Sabe de la división de nuestros políticos. Sabe que el Gobierno de Sánchez estaba débil después de las elecciones en Madrid. No es casualidad que esto se haya producido en este momento. A lo mejor, de esta aprendemos. Nos gustaría que de esta aprendiésemos y tuviésemos una política de Estado. Para Marruecos, para América Latina y para el conjunto de África.