Mientras Puigdemont prepara su defensa para comparecer ante la Corte de Apelación de Cerdeña los españoles seguimos comprando libros de autoayuda. La pandemia ha disparado la venta de libros de autoayuda, se venden un 40 por ciento más.
Hay una periodista holandesa que ha escrito un interesante manifiesto contra los libros de autoayuda en el que dice que lo malo, lo pernicioso de los libros de autoayuda es que transmiten la idea de que la felicidad está en tu mano, la idea de que si no eres feliz es por tu culpa. Son digo yo, nuevas formas de voluntarismo que nos ayudan poco porque acaban culpabilizándonos.
Vamos con Puigdemont. Anoche cuando saltó la noticia de que Puigdemont había sido detenido en la isla italiana de Cerdeña no nos acordábamos de cuál era la situación judicial del fugado de la justicia. Afortunadamente nos habíamos olvidado bastante de Puigdemont. Puigdemont fue detenido ayer al bajarse de un vuelo de Rynair en Cerdeña porque hay una euroorden contra él dictada por el Supremo . Los jueces belgas y los jueces alemanes no quisieron en su momento ejecutar esa eurorden. Ahora hay que ver qué hacen los jueces italianos. Pero el asunto no es simple porque Puigdemont además de fugado de la jjusticia es eurodiputado. Y como eurodiputado, en principio tiene inmunidad.
Pero el asunto sigue sin ser simple porque el pasado mes de julio el Tribunal General de la Unión Europea le reitiró la inmunidad. ¿Si tiene retirada la inmunidad por qué no está claro que los jueces italianos le van entregar? Cuando el Tribunal General de la Unión Europea dijo en julio que le retiraba la inmunidad, también dijo que el proceso penal estaba suspendido mientras el Tribunal de Justicia de la UE, que es otro tribunal, resolviera una reclamación pendiente.
Conclusión: el Tribunal Supremo, que intenta traer de vuelta a Puigdemont asegura que la eurorden está vigente y la defensa de Puigdemont argumenta que no está en vigor. Los dos tienen parte de razón. ¿Cómo se va a resolver la cosa? Su abogado va a pedir medidas cautelarísimas al Tribunal General de la Unión Europea, o sea medidas muy rápidas para que no se ejecute la euroorden. ¿Y qué va a pasar? Hay que ver que hacen los jueces italianos y qué hacen los jueces del Tribunal General de la Unión Europea. Los jueces italianos seguramente no se van arriesgar a tomar una decisión contra los jueces europeos. Y los jueces europeos seguramente le concedan la protección a Puigdemont.
La detención ha provocado un terremoto político. Desde La Palma, Sánchez ha defendido la mesa de diálogo, esa mesa de diálogo que dormía las reivindicaciones independentistas y tenía contento a ERC, su socio para sacar adelante la legislatura. La mesa de diálogo ahora se hace más difícil porque Junts desde ayer presiona a ERC para que la abandone. Para ERC se hace más difícil seguir en la mesa con Puidgmont detenido. Aragones vuela a Cerdeña y se ha visto obligado a utilizar palabras muy gruesas contra el Estado.
Tiemblan los planes de Sánchez. Aunque Puigdemont no sea entregado a la justicia española, sufre ya la condena del tiempo, la condena que se ha autoimpuesto, la condena de no poder volver a España.