La película solo en casa se estreno ya hace 33 años. El protagonista es un niño. Si no supiéramos el argumento podríamos preguntarnos qué quiere decir el título, “solo en casa”. El niño se queda solo, es decir, sin compañía o el niño solo está en casa y no sale a la calle. En un caso estamos hablando de un sólo que es adverbio y en otro caso de un solo que es adjetivo. Hasta hace nueve años la RAE decía que cuando pudiera haber confusión el solo adverbio, solamente en casa, se escribía con tilde. Pero a partir de 2014 se estableció que los dos solos eran sin tilde. Hoy se discute precisamente en el RAE este asunto.
La idea es que se pueda recuperar la tilde para cuando sea adverbio y haya posible confusión. Hay un partido solo-tildista, y hay otro partido contrario a la tilde, solonotildista. Es un alivio que haya este debate, ojalá muchos debate en España fueran de esta naturaleza. Advierto que yo formo parte del partido solonotildista, por una sola razón. Porque siempre hay contexto que hace imposible la confusión. Siempre hay contexto en el solo, en la vida política, en la vida social. El problema es que cada vez se niega más el contexto. Si se usa la violencia depende de si se usa en defensa propia o atacando, no hay más que ver lo que sucede en Ucrania. Si digo que tonto, puede ser un insulto o una reacción agradecida a un gesto cariñoso. Sólo la ideología no tiene contexto, la clase superior oprime al proletariado, y las mujeres sufren el patriarcado siempre, da igual el contexto.
Hablando de mujeres y de la manifestación del 8 de marzo, es evidente que la manifestación pinchó numéricamente y moralmente. Pinchó de forma moral por lo que hizo la secretaria de Estado de Igualdad, Ángela Rodriguez, destrozó el valor moral que tienen las manifestaciones en favor de la igualdad de las mujeres al grabar y colgar un vídeo con un grupo de jóvenes, como sabes que coreaban un lema terrible: “Que pena me da que la madre de Abascal no pudiera abortar”.
Pam, grabó el video, sonrió delante de las jóvenes que deseaban a redes sociales y le deseó la muerte de Abascal. Por si hubiera alguna duda esta mañana Pam le ha quitado importancia a lo que ha hecho y le ha echado la culpa a Vox.
Estas declaraciones de Pam no tienen desperdicio, el problema es que Vox no va a las manifestaciones feministas, no entiende que hay que gritar que mejor si la madre de Abascal lo hubiera abortado. El ministro de presidencia Bolaños también le ha quitado importancia. El discurso del odio nunca es una anécdota.