Fernando de Haro: "Se empeñan en negar la realidad como si fuéramos niños"

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Pues ya tenemos el anuncio de la Navidad de este año. Ya no tenemos 'Calvo', ahora lo que tenemos es una historia en la que un vecino recibe una carta anónima de alguien que le regala un décimo de lotería.

El vecino que ha recibido el décimo, se lo regala a otro vecino y se crea así, como en la película, una cadena de favores. El argumento del anuncio es una buena idea para que Loterías y Apuesta del Estado venda más lotería, invocando la conveniencia de compartir su producto, después de las Navidades más o menos solitarias que vivimos el año pasado. Ya sabemos cómo funciona la publicidad que no podemos criticar mucho porque en esta casa vivimos de ella. El argumento de la cadena de favores, yo hago un favor a otra persona porque me lo han hecho, se ha acompañado de un exceso de almíbar. Pero debajo de tanto almíbar es interesante el argumento que diferencia entre quién se considera un acreedor o quién se considera en deuda con la vida.

La ministra Calviño ha recurrido hoy a la 'teoría del Tío Vivo' para intentar parar el golpe que ha llegado de Bruselas. En el Tío Vivo los caballitos suben y los caballitos bajan. Hoy en Bruselas han rebajado de forma drástica la previsión del crecimiento de nuestra economía. A pesar de que todo el mundo ha revisado ya la previsión de crecimiento para este año en España, el Gobierno dice que España va a crecer un 6,5 este año, y un 7 por ciento el año que viene.

Esas previsiones del Gobierno, ya digo, no se las creía nadie. Lo que ha dicho hoy Bruselas es que este año ni el 6, ni el 5, vamos a crecer un 4,6 por ciento. Y el año que viene ni el 7 ni el 6, un 5,5 por ciento. Éramos en principio la economía que más iba a crecer, ahora somos la número 17.

Es verdad que hace unos meses Bruselas subió las previsiones de España al alza, pero de eso hace ya meses. La ministra de economía y Sánchez se puede empeñar en negar la realidad, pero por todos lados aparecen señales de que la salida de la crisis pierde fuerza. ¿Y eso qué significa? Pues eso significa menos ingresos públicos, más déficit, más deuda. A esta perdida de vigor no le sienta nada bien una subida de impuestos inmediata y de cotizaciones sociales como la que el Gobierno pone en marcha, en un contexto de subida de precios.

Menos mal que nos llega el dinerito, o el 'dinerazo', de Bruselas. En verano nos llegó un anticipo de 9.000 millones de euros, en los próximos días el Gobierno va a solicitar el primer pago oficial de 10.000 millones porque ya está firmado el acuerdo de los compromisos que asume Sánchez ante Bruselas. El dinero, como sabes, es a cambio de reformas, y a cambio de una supervisión. Entre los compromisos firmados está, además de una reforma laboral razonable, un aumento del número de años que se utilizan para calcular la pensión. Ahora son 24, el año que viene tendrán que aumentar. El ministro de las pensiones se ha empeñado en negar que eso suponga bajar las pensiones.

Como el propio ministro ha explicado, el 70 por ciento de los españoles ganan menos en los primeros años de trabajo que en los últimos 24. O sea que bajan las pensiones. Se empeñan en negar la realidad como si fuéramos niños.