Fernando de Haro: "España es diferente porque suben los precios más deprisa y más que en el resto de Europa"
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Buena se ha montado con Bill Gates, con que Bill Gates haya dado positivo en coronavirus, como si eso confirmara las tesis de la conspiración. Como sabes, el creador de Microsoft se ha comprometido mucho para que las vacunas contra el covid alcanzaran todos los rincones del planeta. El que sea positivo, no significa que las vacunas no sirvan. Las vacunas no evitan que te contagies, evitan que te mueras. El problema de Bill Gates no es que esté detrás de una supuesta trama, el problema de Gates, genio de la informática, es que se ha metido a profeta de la salud mundial
Este es el problema: que un gran informático haga pronósticos sobre la salud, que un político haga de clérigo, que un neurólogo haga de filósofo y diga que la libertad no existe, y somos solo la química de las neuronas, o que un físico se meta a teólogo y diga que Dios existe o que Dios no existe por sus estudios sobre el universo. No se puede podar con un arado, no se puede investigar el mundo de las partículas subatómicas con un tratado de jardinería, no se puede pedir a la ciencia lo que la ciencia no puede dar. No se puede pedir a un poeta que explique el valor de la proteína Mastermind en el desarrollo del código genético.
Tenemos tres obsesiones en este momento: la primera son los precios, la segunda son los precios y la tercera los precios. No es para menos. España es diferente porque suben los precios más deprisa y porque suben más que en el resto de Europa. La bombona de butano ha subido casi hasta los 20 euros, el tope del gas no acaba de llegar y el precio del gasóleo sigue al alza. Mientras España, como bien dice en su columna de 'El Confidencial', Zarzalejos, está sumida en una crisis de verdad. Se aprueba un proyecto de Ley del Aborto y nos quieren hacer creer que se aprueba una nueva regulación de las bajas menstruales. Recibimos con todos los honores y todas las medallas al emir de Qatar, Al Thani, y nos hablan del hermanamiento de dos países con cosas muy comunes. El propio emir lo ha dicho en el Senado.
El Emir de Qatar tiene mucho dinero, mucho petróleo, mucho gas, y nosotros tenemos que cubrirnos para que no suban los precios, pero de ahí a aceptar que Qatar y España tienen mucho en común hay un trecho. Qatar es el Emirato Árabe que patrocina por todo el mundo el integrismo islámico, que apoya a la organización de los Hermanos Musulmanes. Nosotros no tenemos nada en común con un uso político del islam.
El emir está aquí porque Sánchez quiere que el fondo estatal iraquí invierta en nuestro país y porque hay que buscar un complemento y un sustituto del gas de Argelia. Los precios, los precios, los precios. La cosa hubiera sido más fácil para el precio del gas si Sánchez no hubiera cedido rotundamente ante Marruecos. Argelia no se habría enfadado. En el día en el que, por fin, se han abierto las fronteras en Ceuta y Melilla, el ministro Marlaska ha querido estar muy obsequioso con nuestro vecino del sur.
Demasiado obsequioso ha estado Marlaska ahora que sabemos que Marruecos probablemente espió a Sánchez. Le hacemos la pelota a Marruecos, enfadamos a Argelia, y le hacemos la pelota a Qatar. Pero eso te lo van a contar porque tenemos una crisis de verdad.