Fernando de Haro: "Hay que evitar el cliché del choque de civilizaciones porque no es cierto"

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La que se ha liado, se ha liado buena. Ya con casi todo se leía una buena. A Feijóo, tras el atentado de Algeciras se le ha ocurrido decir que los católicos no matan en nombre de su religión. Para que queremos más. Las palabras de Feijóo se han entendido como una fórmula de islamofobia. Page lo acusa de defender el choque de civilizaciones.

Hay que evitar, efectivamente, el cliché del choque de civilizaciones porque complica la convivencia y porque no es cierto. He tenido experiencia recorriendo una parte importante de Oriente Próximo, parte de Asia... La inmensa mayoría de las víctimas del yihadismo tienen la misma cultura que en los victimarios. O sea, los terroristas y las víctimas tienen la misma cultura. Un cristiano egipcio es como un musulmán egipcio, un árabe. Por tanto, no hay choque de civilizaciones.

La afirmación de Feijóo, por otra parte, responde a un dato histórico. Difícilmente se verá en este momento a un católico o a un cristiano matar en nombre de su fe. El cristianismo hace ya mucho tiempo, en el año 360 con el edicto de Teodosio, se convirtió en contra de su naturaleza en una religión de Estado, lo que hacía que se justificase en cierto modo y en algunos momentos el uso de la violencia. Pero hace ya mucho tiempo que el cristianismo ha vuelto a su situación originaria y, de hecho, en este momento el cristianismo es la religión más perseguida en el planeta. El cristianismo es una religión de perseguidos.

Es verdad que hay yihadistas que matan en nombre de Alá, pero eso no significa que el islam sea necesariamente una religión violenta. De hecho, en 2019, por ejemplo, el papa Francisco y el imán Al Tayeb, que es una referencia dentro del sunismo, no como el Papa pero parecida, firmaron una declaración condenando la violencia y el uso del nombre de Dios para hacer violencia.

El islam no es necesariamente una religión violenta, y no lo es para prácticamente todos los musulmanes. El yihadismo dice actuar en nombre de Alá, pero la experiencia nos muestra que los yihadistas no son precisamente religiosos. Por ejemplo, Yassin, que está ahora en la Audiencia Nacional, el responsable del ataque, hasta dos meses antes de radicalizarse era muy dado al alcohol. Para un musulmán verdaderamente religioso eso es impensable.

El yihadismo, más que un fenómeno religioso, es una forma de nihilismo que instrumentaliza el islam.

Ay los agoreros, los políticos de derecha que decián que la economía era un desastre. Pues hoy hemos tenido un dato estupendo: el crecimiento del PIB el año pasado fue del 5,5%. Eso significa que nuestra economía, afortunadamente, ha resistido mejor. Un año muy complicado, el año de la guerra en Ucrania, el año del shock de la energía, el año de los problemas de transporte mundial... Claro, si es lo que dice Sánchez.

La realidad es que la economía española está estupenda. Es la que más crece en la Unión Europea, pero también es verdad que la economía española es la única dentro de la Unión Europea que no ha recuperado el nivel que tenía antes de la pandemia. Se puede hacer optimismo o pesimismo oportunista, sobre todo, en tiempo de campaña electoral. Más vale estar en la realidad, que no es ni la de los de Sánchez ni la de los agoreros absolutamente pesimistas.