Fernando de Haro: "El miércoles tendremos algo así como el fin oficial, y siempre provisional, de la pandemia"

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Ya de vuelta de las breves vacaciones de Semana Santa, quien se haya ido. En Baleares, Cataluña, Navarra, La Rioja y la Comunidad Valenciana apuran las últimas horas libres. Han sido vacaciones con procesiones, con playa, con sol, insisto quien las haya tenido. ¿Cómo serán nuestras próximas vacaciones? Vamos a intentar responder aquí en la tarde a esa pregunta.

Por lo pronto, lo que sí sabemos es en qué van a cambiar nuestra manera de trabajar en los próximos meses. El miércoles, como ya sabes, dejan de ser obligatorias las mascarillas en interiores. Vamos a llevarla o no llevarla en el trabajo, según decidan las empresas. La tasa de incidencia, que ya solo se mide para los mayores, sigue alta pero los ingresos en los hospitales y en las UCI son bajos. El miércoles tendremos algo así como el fin oficial y, siempre provisional, de la pandemia.

Es un final que nadie quiere certificar porque todavía seguimos teniendo covid circulando y porque nadie se atreve a hacer pronósticos. Pero en estas horas y en estos días tenemos esa sensación que se produce a menudo cuando ha llegado un momento que hemos deseado intensamente pero que cuando se presenta nos deja insatisfechos.

Durante estos dos años hemos deseado intensamente, como quien se presenta a una oposición, como quien sufre un cáncer, como quien espera un reencuentro con la persona que se quiere, hemos deseado que este momento llegara, hemos deseado aprobar, quedar curados, poder volver a estar juntos, y ahora estamos un poco decepcionados. En parte porque el final provisional de la pandemia ha sido progresivo y en parte porque, como en otras ocasiones, habíamos pensado que, controlado el covid, podríamos vivir lo aplazado, reencontrarnos completamente con la vida.

Y ahora nos damos cuenta de que la vida nunca se ha detenido en estos dos años. Miércoles sin mascarillas. Habrá quien se va a sentir inseguro.

La vida no se ha parado y no se ha parado. Siempre hay que reaprender un motivo por el que no sentir vergüenza al ser mirado o al mirarse. ¿Cómo van a ser nuestras próximas vacaciones? ¿Sin aire acondicionado para ahorrar energía, sin muchos desplazamientos para evitar gastar gasolina? Sánchez por fin ha reconocido que hay que revisar a la baja las previsiones del Gobierno.

El que Sánchez haya reconocido la realidad, o parte de la realidad, no cambia nada. Todo va a depender de si empiezan a bajar los precios y de si estamos dispuestos a gastarnos los ahorros de la pandemia.