Fernando de Haro: "La ministra de Hacienda dijo que no subiría los impuestos a la clase media"
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Muchos españoles no tienen tiempo para leer, o tienen cosas mejor que hacer o simplemente nos les gusta. Casi cuatro de cada diez no leen nunca o casi nunca. Hay una parte comprensible en este rechazo de la lectura. Hay muchos libros que no merecen la pena, que son regulares, malos o rematadamente malos. Leer libros malos no merece la pena. Los españoles leemos pocos seguramente porque nadie nos han iniciado en el placer de la lectura. A menudo las clases de literatura eran y son clases en las que se memorizan listas de autores y de obras. Parece que la nueva reforma educativa quiere resolver ese problema. La nueva reforma quiere que los chicos se dediquen a leer libros buenos, libros que merezcan la pena. Es una buena idea. Ya veremos cómo se aplica. Para disfrutar leyendo, para disfrutar conversando, para disfrutar con una canción, en realidad hay que tener algo que en este momento escasea: confianza.
Confianza en que un escritor de una época lejana o un cantante moderno puede descubrir en el que lee o en el que escucha fibras humanas que estaban dormidas, razones, emociones que atraviesan la historia y el mundo para tocarnos. La lectura en el fondo se basa en la confianza de que estamos unidos por la hermandad de esa cosa tan misteriosa que somos. Si la nueva reforma consigue que los chicos lean buenos libros, si consiguen subirlos a los hombros de los grandes gigantes de la literatura tendrá algo bueno la reforma.
La ministra de Economía dijo, como recordarás, que el Gobierno no iba a subir los impuestos hasta que no estuviera consolidada la recuperación. Y la ministra de Hacienda dijo que no subiría los impuestos a la clase media. El proyecto de presupuestos incluye una subida de impuestos para las empresas y desde el mes de enero se va a producir una subida de impuestos a buena parte de la clase media.
En España solo el 17 por ciento vive de alquiler. La inmensa mayoría de los españoles vivimos en una casa en propiedad. Y a todos los españoles que viven en una casa de propiedad el Gobierno acaba de subirle los impuestos. Hacienda ha puesto en marcha un procedimiento para cambiar los valores de referencia de los pisos. No va a cambiar el valor del catastro que el valor que se utiliza para pagarle el IBI a los ayuntamientos. Lo que cambia es el valor de referencia para pagar los impuestos de sucesiones, donaciones, patrimonio y el impuesto sobre transmisiones patrimonionales. El impuesto de transmisiones se paga cada vez que se vende un piso.
Hasta ahora, para pagar estos impuestos se utilizaba el valor real del piso. A partir del mes de enero se utilizarán los nuevos valores de referencia que diga Hacienda y esos valores de referencia pueden ser más altos que el valor real. Hasta ahora, si Hacienda no estaba de acuerdo tenía que demostrar que el valor era más alto que el que declaraba el contribuyente, a partir de ahora la carga de la prueba recae sobre el contribuyente.