Fernando de Haro: "Putin puede intentar ganar ventaja impidiendo el acceso a la electricidad"

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En las últimas horas nos hemos asomado a un abismo profundo. No queremos pensar en ello, queremos que el sustantivo guerra esté lo más alejado posible del adjetivo nuclear. El adjetivo y el sustantivo siguen separados. No hay ese tipo de guerra en la que no queremos ni pensar, pero parece que la guerra de Ucrania se ha convertido ya en una guerra energética. El ataque de Putin de esta madrugada y el incendio a las instalaciones de la central nuclear de Zaporiyia no ha afectado a los seis reactores. El incendio está apagado. Primero las buenas noticias, si es que se puede llamar así, no hay fuga radioactiva.

Quien habla es Rafael Gross, que es el director de la Agencia Internacional de la Energía Atómica, que es una fuente absolutamente fiable. Esto es una guerra y hay que tener mucho cuidado con las fuentes que se usan. Esto es fiable. La ministra de energía de Estados Unidos, Jennifer Granholm, ha dicho lo mismo.

La central nuclear ucraniana de Zaporiyia es la central nuclear más grande de Europa, tiene seis reactores, con una potencia que es similar a la potencia de todas las centrales atómicas españolas. Se trata de un complejo que no se parece al de Chernóbil, central también ucraniana donde en 1986 se produjo la fuga radioactiva. La construcción es relativamente nueva y los reactores están cubiertos con una capa de acero de 20 cm de ancho. Los reactores están intactos. Si los reactores hubieran sido alcanzados podría haber una fuga radioactiva, pero las centrales nucleares no explotan como las bombas nucleares. El combustible utilizado en las centrales nucleares es uranio, pero no uranio enriquecido, con lo que físicamente no pueden explotar como las bombas. El uranio de las centrales nucleares tiene un 5 por ciento del isótopo que hace posible la fisión, y las bombas el 90 por ciento. En cualquier caso, es sobrecogedor tener que estar explicando en este momento estas cosas. La paz en Europa, ese bien del que hemos disfrutado con inconsciencia, desde el pasado jueves ha desaparecido.

¿Por qué ha atacado Putin esta central nuclear? No lo sabemos. Pero lo cierto es que las tropas rusas han tomado el control del complejo. Y lo más probable es que Putin utilice la central para llevar a cabo un asedio energético. Los asedios en las guerras de antes se hacían con hambre. Putin puede intentar ganar ventaja impidiendo el acceso de los ucranianos a la electricidad. Un asedio a base de frío, de oscuridad. El jueves, un ataque aéreo ruso destruyó la planta de energía en Ok-tyr-ka, dejando a la ciudad sin calefacción ni electricidad. Ucrania se ha venido preparando para esta situación, tenía previsto poner su red eléctrica en la misma frecuencia que la Red Europea de Gestores de Redes de Transporte de Electricidad. Veremos si el plan está suficientemente adelantado como para que Ucrania pueda recibir electricidad europea.

Los socios de la OTAN se han reunido de urgencia en Bruselas. Su secretario Stoltenber, ha querido dejar claro que la OTAN, no se plantea tomar medidas defensivas en Ucrania. En cualquier caso, la paz en Europa, ese bien del que hemos disfrutado con inconsciencia, desde el pasado jueves ha desaparecido.