Fernando de Haro: "Sánchez asalta las instituciones, cambia las leyes, como si España fuera su cortijo"

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Cuando murió la reina Isabel y cuando fue enterrada hicimos 'La Tarde' desde Londres. Ahora lo puedo decir porque ya ha pasado cierto tiempo, para mi fueron días muy estresantes porque mi conocimiento de los royals es muy escaso. Ya se puede ver en una de las plataformas de streaming "Harry & Meghan".

Cuenta una conocida crítica anglosajona de estas cosas Helen Lewis que el director del documental teóricamente es independiente pero que en realidad no hace entrevistas sino charlas entre amigos con la pareja. Lewis explica que lo de Megan y Harry va de poner a caldo a la monarquía británica, por racista. Como si no siguieran benefecíandose de ella. Es como los chicos de clase alta que en un momento de su vida quieren desclasarse y convertirse en activistas por la igualdad social mientres viven en una casa con veinte habitaciones y dos chicas de servicio. Megan y Harry, cuenta Lewis, van de un lado a otro en EEUU, de fundación en fundación dando charlas sobre la intolerancia de la familia real a la que pertenecen. Lo peor dicen los que han visto ya tres capítulos es que los personajes no paran de quejarse. La queja es un síntoma definitivo. La queja sistemática suele ser un síntoma de falta de inteligencia, es un síntoma de falta de atención y de lealtad con lo que te ha tocado. Es imposible que todo, en todo momento, sea injusto.

No hay modo de acostumbrarse. Sánchez no para de sorprendernos. Sabíamos que en medio de un puente que ha dejado España como si estuviéramos a mitad de agosto, Sánchez quería avanzar en la supresión del delito de sedición y en la rebaja del delito de malversación. Pero, otra vez, se ha superado a sí mismo, ahora amenaza a los jueces, a los vocales del Consejo General del Poder Judicial con multa o cárcel si no hacen lo que él quiere. Con razón, la vicepresidenta del Gobierno está en Argentina para apoyar a Cristina Fernández de Kirchner. Como sabes, el Gobierno ha nombrado ya a su dos candidatos al Constitucional. Pero, para que el ex ministro de Justicia Campo y la ex dircetora general Laura Díaz, sean magistrados el Constitucional tiene que aceptar esos nombramientos. Pues Sánchez va a cambiar la ley para que el Constitucional no tenga nada que decir sobre la idonedidad de candidatos. Sánchez mete a dos personas de su confianza en el Constitucional, le calla la boca y cambia una vez más reglas que rigen el CGPJ para que los vocales elijan rapidito, rapidito, a los otros dos magistrados del Constitucional. Las mayorías se rebajan y si no lo hacen rapidito pueden ser objeto de sanciones penales.

¿Cómo se llama esto? Amenazas a los jueces. Paxti López ha estado sembrado, ha negado que el PSOE se haya puesto de acuerdo con ERC para rebajar las penas por malversación buena, el robo de dinero de todos para declarar la independencia.

Patxi, ERC ya ha presentado su enmienda para reducir los años de cárcel cuando no haya "ánimo de lucro" personal. Es decir, para diferenciar cuando un cargo público se lleva dinero para su propio beneficio de que cuando lo hace, como Junqueras, para un fin distinto que enriquecerse. Se castigará entre seis meses y tres años de prisión. Es una rebaja sustancial y Marta Vilalta ha dejado claro cuál es el objetivo.

Sánchez asalta las instituciones, cambia las leyes, como si España fuera su cortijo.