Fernando de Haro: "Sánchez, y la mayoría que apoya al Gobierno, le ha dado munición a Puigdemont"

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Si te espía el móvil, si quiere controlar lo que cuelgas en redes sociales, si te exige que le des las claves de acceso, si te obliga a mandarte imágenes íntimas, si se enfada cuando no le respondes de forma inmediata, si se ríe de ti por tu modo de vestir, si te ratea el dinero, si te obliga de un modo u otro a mantener relaciones sexuales, si te hace sentir tonta, pequeña, irrelevante, si menosprecia lo que piensas o lo que sientes...no te quiere.

No le des vueltas, no te quiere. Si estás colgado tanto de él que no puedes alejarte pide ayuda, mejor, pide ayuda siempre, habla con otras personas con las que tienes confianza para que valoren contigo lo que te pasa. Porque si estas cosas te pasan, estás sufriendo en un grado u otro violencia, la violencia que se ejerce contra las mujeres. En lo que va de año, 38 mujeres asesinadas por violencia machista. Detrás de esta violencia hay un mal que en ocasiones no es fácil de identificar en sus primeros momentos, el mal del hombre que concibe a su pareja como alguien que le pertenece, alguien sobre la que pue volcar todas sus frustraciones, alguien que no tiene un destino de libertad.

La violencia contra las mujeres es una cosa, una cosa muy seria, y la violencia política es otra cosa. Es deplorable que una diputada de Vox esta semana se haya referido a las relaciones de una ministra con su marido, deplorable sin paliativos, pero otra cosa es que la ministra Montero se haya presentado hoy como una víctima.

Ministra, deploramos el ataque que esta semana ha sufrido en el Congreso. Pero no se presente como víctima el día de las víctimas de la violencia machista.

Le han faltado minutos a Puigdemont, a su abogado defensor, Gonzalo Boyé, para utilizar en su beneficio que el Congreso haya iniciado la derogación del delito de sedición. Puigdemont, ¿quién era Puigdemont? ¿Cómo iba aquello de traerlo a España? La extradición de Puigdemont depende en gran medida de una decisión que tiene que tomar el Tribunal General de la Unión Europea. ¿Por qué? Ya casi hace tres años, en enero de 2020, Puigdemont tomo posesión de un escaño en el Parlamento Europeo. En principio parecía que tenía derecho a ese escaño y a la inmunidad que le permitía no ser extraditado.

Pero en marzo de 2001, el PE levantó la inmunidad a Puigdemont porque sobre el pesaba un euroorden. Puigdemont recurrió al TGUE y solicitó que se le mantuviera la inmunidad hasta que el tribunal decidiera sobre el fondo de la cuestión. Ahora el Tribunal General de la Unión Europea tiene que entrar en el fondo de la cuestión. El abogado del abogado de la Eurocámara, Norbert Lorenz, ha señalado que Puigdemont se hizo con el escaño "probablemente de forma ilegal", ya que no cumplieron los requisitos exigidos en España y carecen de la documentación necesaria para ser considerados miembros del Parlamento Europeo.

Le ha faltado tiempo a Boyé, el abogado de Puigdemont para argumentar que el proceso para suprimir el delito de sedición en el Congreso certifica que Puigdemont es un perseguido político. Boye, en contra de lo que se deduce de la comparación con otros ordenamientos, argumenta que España ha sido diferente.

Ya de madrugada, en el Congreso se votó a favor de empezar la tramitación de la supresión del delito de sedición.

Sánchez, y la mayoría que apoya al Gobierno, le ha dado munición a Puigdemont. Y esto no ha hecho más que empezar