La ministra Calviño, la ministra de Economía, ha estado esta mañana en esta casa, con Carlos Herrera. Ha estado haciendo su trabajo que es gobernar y explicar las decisiones del Gobierno. Calviño ha explicado cómo va a ser la nueva factura de la luz y la ventaja de que los fines de semana sea más barato planchar que entre semana. La ministra ha argumentado que con esta nueva fórmula el precio va a bajar. Lo veremos. Pero la ministra también ha tratado de explicar los indultos parciales, reversibles y rápidos a los políticos condenados. Y ha tirado de argumentario, que son las ideas que Moncloa distribuye a sus ministros. Es por el bien de España, por el bien de los españoles.
Todo por los españoles pero sin los españoles. El rechazo de los indultos ha subido por encima del 80 por ciento entre los españoles, entre los votantes del PSOE. Las encuestas de última hora sigue mostrando el desgaste del PSOE. Hoy algunas encuestas sitúan ya al PP por encima del 30 por ciento en intención de voto con 36 diputados más que los socialistas. La media de las encuestas muestra que el PP empezó a subir en marzo del año pasado, se aceleró durante la campaña de Madrid y ha dado un salto después de la victoria de Ayuso. EL PSOE se había mantenido plano durante la pandemia en el 28 por ciento y está cayendo. Indultos, lo mejor para los españoles sin los españoles y lo mejor para los españoles sin el partido socialista. El PSOE lleva ya dos semanas sin convocar su comisión ejecutiva para que no haya lío con los indultos, y eso que la comisión ejecutiva del PSOE está hecha a medida de Sánchez. ¿El problema cuál es?
Que solo los muy fieles a Sánchez y los muy dispuestos a comulgar con las ruedas de molino están dispuestos a estar calladitos. Hasta ahora Sánchez ha utilizado dos argumentos para intentar justificar los indultos: primer argumento, hay que superar la revancha y conseguir la concordia, argumento tumbado por el Supremo, la ley no es venganza. Segundo argumento, es la hora de los valientes. La hora de dar un paso al frente, la hora de los valientes para solucionar el problema de Cataluña de una vez por todas.
El argumento también es falaz, porque el independentismo no quiere solo indultos, quiere además dos huevos duros. Esta mañana lo ha dicho muy claro Marta Vilalta, portavoz de ERC, el partido con el que quiere Sánchez acabar la legislatura. Quiere una mesa de negociación en la que esté sentado nada más y nada menos que Junqueras.
Eso tampoco es suficiente. Los indultos son insuficientes porque son personales y lo que hace falta es un amnistía general. Y además de la amnistía general, hace falta un referéndum de autodeterminación antes de dos años que es cuando Pere Aragonés se va a someter a una cuestión de confianza en el parlamento de Cataluña. No es verdad que los insultos vayan a solucionar nada. Rajoy y Soraya Sáenz de Santamaría creyeron en algún momento que ERC que Oriol Junqueras iba a rebajar sus exigencias. Pero no las rebajó nunca.