De Haro: "No estamos como hace dos años pero tenemos que convivir todavía con preguntas sin respuesta"

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Esta tarde vamos a estar muy pendientes de los datos de Sanidad. De hecho ya estamos casi aguantando la respiración para saber si esta tarde se confirma un tercer descenso de la tasa de incidencia, lo que prácticamente certificaría ya que la curva de la sexta ola ha comenzado a descender. Los datos de algunas comunidades como Madrid anticipan que esa tendencia al descenso se puede confirmar. Hace días que en este programa te contábamos que había aparecido una nueva variante en Sudáfrica.

Han sido días de explosión. Han vuelto a ser unas navidades diferentes. Pero ahora tenemos una posible muy buena noticia. Si se confirma la tendencia a la baja surgen nuevas pregunta es: ¿cuánto tiempo va a tardar en bajar? ¿Va a ser un descenso muy rápido como en Sudáfrica? ¿Después de ómicron podremos decir, si esta vez, que se ha gripalizado el coronavirus? Y hay que decir que no hay respuestas.

Afortunadamente no estamos como hace dos años, sabemos muchas cosas, pero tenemos que convivir todavía con preguntas sin respuesta. Algo que no nos gusta pero que es inevitable. No solo con la pandemia. No hay rotundidad ni acuerdo en la comunidad científica. Sudáfrica no es España, en ese país, por ejemplo, la esperanza de vida es de 28 años y aquí de 44. Allí es verano aquí es invierno. Tampoco sabemos si la sexta ola será la última. Antes de que surgiera ómicron casi, casi, no hablábamos ya del COVID.

Pueden surgir otras variantes, esperemos que menos dañinas. Las predicciones en este tiempo son muy difíciles de hacer, tenemos vacunas, más del 80 por ciento de los españoles queremos seguir vacunándonos, tenemos antivirales eficaces, pero no podemos decir una palabra sobre el futuro a ciencia cierta. La expresión a ciencia cierta es bonita. Hace dos años creíamos que sabíamos todo a ciencia cierta, el tiempo de llegada al trabajo nos lo daba el navegador, las previsiones meteorológicas lo clavaban, en estos dos años hemos aprendido que lo imprevisible ocupa más espacio de lo que pensábamos. Muchas desgracias son todavía imprevisibles, lo mejor también nos llega siempre o casi siempre de un modo imprevisto.

Buena noticia si baja la curva. Y buena noticia han sido las declaraciones que ha hecho la presidenta del BCE Christine Lagarde.

"El ciclo de la recuperación económica en EE UU está por delante del de Europa. Por lo tanto, tenemos todas las razones para no actuar tan rápidamente como uno puede imaginar que lo haría la Fed",

Que encontremos trabajo pronto, que a nuestra empresa le vaya bien, que haya menos pobres y no 11 millones de pobres en España, depende, por supuesto, de que no se tumbe la reforma laboral, de que arregle de una vez el Gobierno el IMV, de que se ejecuten bien y rápido los fondos de Bruselas. No depende del bono para el alquiler aprobado esta semana por el Gobierno que solo va a beneficiar a un 2 por ciento. Que haya una política económica buena, que no la hay, es muy importante.

Pero tan importante o más es que el BCE no haga lo que ha hecho la FED, subir los tipos. Porque entonces el precio del dinero será más caro y pagar nuestra deuda será muy caro. Y entonces nos quedaremos definitivamente descolgados. Somos los estamos más descolgados pero si el resto de socios del euro crecen mucho y mejor no quedará más remedio que subir el precio del dinero. Y los inversores creen que eso puede suceder pronto, por eso el bono alemán se ha recuperado.