De Haro: "Sánchez prepara el debate en una nación en la que las instituciones han sido desprestigiadas"

- 2 MIN

11 de julio de 1997. A estas horas Miguel Ángel lleva ya 24 horas secuestrado. La etarra Amaia le ha encañono y metido en un coche, Los terroristas piden el acercamiento de sus presos al País Vasco. La Policía peina barrios y posibles zulos donde puede estar Miguel Ángel. Es imposible encontrarlo. Todos esperamos un milagro. Pero el ministro del Interior Mayor Oreja sabe que la decisión de matarlo está tomada.

De pronto se nos hace evidente a todos la barbarie del terrorismo. Habíamos oido muchas noticias de atentados. Pero en cierto modo estábamos inmunizados. El secuestro de Miguel Ángel nos abre la herida. Empezamos a manifestarnos. Primero en Ermua.

Luego en toda España. Es evidente, es evidente que es necesario defender la vida, que tenemos que estar unidos. Ahora la evidencia parece haberse disuelto.

25 años después, en esta tarde del 11 de julio, el presidente del Gobierno, Sánchez, prepara su primer debate del estado de la nación. Tiene las encuestas en contra, muy en contra. Michavila dice que el PP podría llegar a los 159 escaños y gobernar en solitario. Vozpópuli le da a Feijóo 129 escaños. Sánchez prepara el debate en una nación en la que las instituciones democráticas han sido desprestigiadas, en la que se ha negado hasta ayer el peligro de una crisis económica, en la que las medidas antinflación no ha dado resultado. Una nación en la que se va a aprobar una ley de memoria democrática con Bildu. Sánchez prepara esta tarde el debate, ayer estuvo en Ermua y en el pueblo de Miguel Ángel Blanco aseguró que España y el País Vasco son dos paises en paz.

La Constitución habla de País Vasco, pero no como un sujeto de soberanía como es el Reino de España. Sánchez le da a una comunidad autónoma el mismo nivel que al conjunto de España porque Bildu es uno de sus socios parlamentario preferente. No lo dice por el PNV, lo dice por Bildu. Y todavía hace unos minutos la ministra portavoz preguntaba por qué se critica la ley de memoria histórica.

La respuesta se la han dado ya gentes de su partido: los expresidentes del Senado, Juan José Laborda y Javier Rojo, el exministro de Sanidad y Defensa Julián García Vargas, entre otros. Todos dicen que a Ley de Memoria Democrática tergiversa el gran pacto constitucional de 1978. Lo dicen en el manifiesto de Asociación para la Defensa de los Valores de la Transición.