De Haro, sobre la energía: "Mientras el Gobierno se retrasa en bajar impuestos, aumenta su recaudación"

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Cuando uno va a cubrir una información en un determinado punto del mundo o de España que le impacta de modo especial se queda enganchado. Durante días, semanas, incluso meses o años. Quieres saber lo que está pasando allí. Parte del equipo de la tarde estuvimos la semana pasada en la frontera de Polonia con Hungría, en Przemysl. Y he de confesar que estoy enganchado.

Por eso me ha llamado la atención que hace unas horas en la estación donde estuvimos y donde siguen llegadas refugiados, un hombre repartiera entre las mujeres que llegaban flores. Consigue arrancarles una sonrisa. Necesitaban seguridad, un plato de comida caliente, pero la idea de las flores ha sido fantástica porque necesitaban algo bonito y un poco de alegría. La frontera polaca se ha convertido en cierto modo en el corazón de Europa. Putin asegura que ha visto cambios positivos en los negociaciones para una posible paz. Pero sabemos que es un mentiroso compulsivo. De hecho lo que ha hecho es pedir voluntarios de Medio Oriente para combatir, rodear Kiev por el Oeste, entrando en un territorio cercano al territorio OTAN y bombardear tres ciudades más. Putin no quiere entrar en las ciudades donde puede esperarle la derrota, quiere asediarlas y provocar más sufrimiento.

La guerra empezó el 24 de febrero. O sea que durante el mes pasado la invasión de Ucrania afecta a la subida de precios solo unos días. Pero a pesar de eso se produjo un subidón. Hoy hemos tenido el retrato completo de la subida de precios del mes pasado. Los precios subieron un 7,6 por ciento. Lo que más sube es la electricidad, un 80 por ciento, la gasolina y el diésel suben respecto al año pasado casi un 30 por ciento. Y en la cesta de la compra sube mucho el aceite, pero también sube la harina, la carne y la leche. Este mes están subiendo más los precios porque la guerra ya nos afecta de lleno. Por eso es sorprendente que la ministra Calviño haya dicho hace unas horas que la guerra ralentiza la recuperación pero no la pone en riesgo. Optimismo infantil. En realidad nada medianamente serio que sepa de economía sabe lo que va a pasar. Es impredecible. La ministra ha querido quitarle parte del hierro que tiene la subida de la luz, asegurando que el INE le da demasiado valor al medir la subida de precios, a la tarifa regulada. La que oscila.

Desde hace semanas el Gobierno libra una batalla contra el INE para desacreditar las mediciones de los precios y del crecimiento. Como si la culpa la tuviera el mensajero. Calviño ha admitido que la subida del gas sube la luz en España más que en los países de nuestro entorno.

El Gobierno no puede hacer magia con el precio de la luz. Pero si puede bajar más el IVA, lo bajó en junio del 21 por ciento al 10 por ciento. Decía poco antes que Europa no podía bajarlo. En Europa está al 6 por ciento. El sistema de fijación del precio es sustancialmente similar en toda Europa, pero España es uno de los países donde es más cara. Francia tiene invertido el precio máximo desde septiembre. Mientras el Gobierno se retrasa en bajar impuestos, sigue aumentando su recaudación.