De Haro: "Ni el teletrabajo ni la regulación aumentan la productividad"

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Pues ya tenemos regulado el telebrajo, una forma que a los españoles no nos gusta mucho. A nosotros nos gustan más las reuniones presenciales, verle el cuerpo entero a los compañeros, tomarnos un café juntos. La ministra de trabajo Yolanda Díaz, que empezó el confinamiento con torpezas notorias, poniendo en cuestión a los empresarios, tomando decisiones sin consultarles, parece que ha aprendido.

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El decreto que luego será ley que regula el teletrabajo se ha aprobado hoy en el Consejo de Ministros después de que haya habido acuerdo de sindicatos, empresarios y el Gobierno. En su entusiasmo la ministra Diaz ha anunciado que este acuerdo aumenta la productividad y la competitividad de la economía española.

Fernando de Haro sobre el teletrabajo: "No aumenta la productividad"

Ha ido demasido de prisa la ministra. Porque ni el teletrabajo ni la regulación aumentan la productividad, la productividad es cuánto genera un trabajador en relación al gasto que tiene que hacerse con él. los trabajadores que trabajen desde casa tienen que tener exactamente los mismos derechos y deberes que las personas que trabajan presencialmente.

Además, introduce como novedad la obligación de las empresas a “dotar y mantener adecuadamente de todos los medios equipos. no se podrán hacer despidos objetivos, los que tienen una indemnización menor de 20 días por año, alegando falta de adaptación al teletrabajo. El trabajo a distancia será voluntario y reversible y requerirá la firma de un acuerdo por escrito.

A los españoles no nos gustaba el tele, antes del Covid había poco teletrabajo. Antes del Covid un 5 por ciento le gustaba la idea. Es más del norte. Así, en los Países Bajos y en Suecia más del 30 % del total de trabajadores desarrollaron su actividad. Cuando acabe la crisis, preferirían seguir teletrabajando, han mostrado poco entusiasmo (una puntuación media de 3,6 en una escala de 0 a 10).

El teletrabajo, que no es para todos, puede aumentar la productividad, porque en teoría aumenta la concentración, cuando no tienes a los niños encima, se para menos y las empresas gastan menos en oficinas. Pero los que saben de esto dicen que no hay nada automático: el teletrabajo solo funciona si es voluntario, y si se garantiza que los trabajadores tiene un buen espacio para hacerlo. Es esencial que las empresas adapten sus culturas, no se les puede pedir a los trabajadores que sigan trabajando del mismo modo que si estuvieran en casa.