Fernando de Haro: "La integración siempre será más fácil sobre todo si los españoles sabemos quienes somos"

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Primero es la negación, esto no puede haber pasado, después la ira, la búsqueda de un culpable, más tarde la negociación, luego la depresión y para terminar la aceptación. Estas son las famosas fases del duelo. Después de que la selección española cayera ante Marruecos, hemos pasado rápidamente de la ira a la depresión. No dan para más, el mundial nos venía grande, son algunas de las cosas que hemos oído desde ayer por la tarde. La ira y la rabia suelen buscar un chivo expiatorio.

No estoy yo capacitado para hacer ninguna valoración de Luis Enrique, pero sorprende el tono de las críticas. Es llamativo porque no hablamos de la selección española, sino de una España impotente, del fiasco de España, de una España que se estrella. Como si en los penaltis de ayer se hubiera vuelto a perder Cuba y las Filipinas. Esta manera de hablar sirve de gatillo para ese complejo que anida en nuestro subconsciente nacional: el complejo de que España es un país diferente, cainita, dominado todavía por las sombras de la inquisición, por un retraso sin remedio, por una torpeza invencible. Ni España es diferente, ni es impotente. Cualquier comparación de nuestra historia con la historia de nuestros vecinos lo pone en evidencia. Cualquier comparación de nuestro presente lo pone en evidencia. No estamos ante el llamado desastre del 98, por cierto falso desastre que en realidad aceleró la modernización del país.

Algunos marroquíes residentes en España celebraron con entusiasmo la victoria.

Las celebraciones se han desarrollado con relativa normalidad. En Reus, se han quemado contenedores mientras que en Granada se tuvo que que paralizar el tráfico. Muy diferente es lo que ha sucedido en Bélgica y en Países Bajos. Las fuerzas del orden del Bélgica y de Países Bajos han efectuado decenas de arrestos en diferentes ciudades durante la pasada noche. Las celebraciones tras el partido han coincido con la huida de 28 pasajeros de un avión en el aeropuerto de Barcelona, avión que había despegado de Marruecos y que aterrizó esta mañana ante una falsa emergencia por un parto.

Marroquies que celebran el paso a cuartos, marroquies que quieren entrar en España de forma irregular. ¿Cúantos marroquies hay en España y cómo están de integrados? Los marroquies forman la comunidad más numerosa de extranjeros en nuestro país. Son casi un millón de personas. ¿Cómo están de integrados? Ayer algunos de los que celebraban la victoria de la selección llevaban banderas españolas y marroquies, los hijos de la primera generación son españoles. Es difícil medir la integración. En Francia se favorece una integración basada en los principios de una república laica, en Bruselas y Países Bajos, el modelo es multicultural y no pone en cuestión los valores de los inmigrantes. Este segundo modelo no ha funcionado. En España no tenemos modelo, y eso no tiene por qué ser necesariamente malo. Los estudios que se han hecho muestran que los marroquies de segunda generación tienen un problema. No se sienten marroquíes, no han nacido en Marruecos. Y, a pesar de que son españoles porque han naciido y viven en España tampoco se sienten españoles. La integración siempre será más fácil si los marroquies saben quiénes son, pero sobre todo si los españoles sabemos quienes somos.

Herrera en COPE

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Con Carlos Herrera

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