Tarde de Reyes. Víspera de Reyes. Momento de ilusión, momento que se vuelve a vivir en familia. Los de 'La Tarde' de COPE estamos pasando esta víspera de Reyes en Roma. Ahora mismo estoy en la plaza de San Pedro. La han vaciado para limpiarla y hay otra vez peregrinos esperando para volver a entrar.
No es mal sitio este para pasar una tarde de Reyes. Acabamos de vivir los funerales por Benedicto XVI. Delante de mis ojos está el sitio donde estaba el ataud, que ya está enterrado en las grutas vaticanas.
No es un mal sitio para pasar la tarde de Reyes porque Benedicto XVI habló muchas veces y tenía mucha devoción a los magos de Oriente. Por ejemplo, en la JMJ de Colonia y en diferentes intervenciones. Decía Benedicto XVI que los magos de Oriente tenían una dinámica como la de los antiguos filósofos como Sócrates, que tenían preguntas sobre la verdad más grande, más allá de la religión oficial. Benedicto XVI decía que estos hombres son predecesores, precursores de los buscadores de la verdad propios de todos los tiempos.
Esta mañana estaba aquí en la plaza a las 6:45, entrando con muchas personas para asistir al funeral. Y ha sido uno de esos momentos en los que se ve que la Iglesia reune a gente de todos los rincones del planeta porque a las 6:45 estaban apareciendo las primeras luces y se oía hablar en inglés, en alemán o en francés. En cuanto ha empezado la celebración se ha hecho un silencio lleno de gravedad en la plaza. La celebración ha estado acompañadada por una música excepcional. Una celebración llena de belleza y sobriedad, con pocos discursos y muchos gestos. Ya decía Benedicto XVI que no son los discusos ni la moral lo que acercan a la verdad.
Hay personas que han venido desde España para hacer un viaje de 24 horas para agardecer a Benedicto XVI su compañía y su sabiduría. Ese era el ambiente predominante, de agradecimiento. El funeral ha sido un momento histórico. Un Papa que celebra el funeral de otro Papa. El funeral de un gran teólogo, pero fundamentalmente de una persona, de un cristiano, y ahí han sido muy significativas las palabras que ha tenido Francisco en su homilía. Le ha deseado el gozo y la felicidad para esa personas que se ha enterrado hoy aquí.
En esto Papas, cardenales, mendigos, periodistas y todos los que estamos aquí estamos de acuerdo. Precisamente a eso se refirió mucho Benedicto XVI, al corazón inquieto que busca la felicidad.
He recordado también estando aquí unas palabras de Benedicto XVI en las que se refería precisamente en la devoción de la Iglesia hacia los santos: "Pobres huesos humanos, de una presencia invisible iluminosa.