¿Quién ganó el debate ayer? El debate, a juzgar por los datos de audiencia, lo perdieron los cuatro porque la audiencia rozó los 9 millones de espectadores. Es una audiencia muy alta, el 43 por ciento de cuota, pero está en el penúltimo puesto de audiencia de todos los debates celebrados hasta hora en campaña electoral. Quizás es que ya vemos la televisión de otra manera, lo escuchamos por la radio, o en soportes que no computan los audímetros. O simplemente es que el debate de ayer fue encorsetado, aburrido, o es que vimos monólogos enlatados demasiado previsibles. Faltó una auténtica confrontación de propuestas sobre los temas que más importan a los españoles: paro, regeneración institucional, desigualdad y un largo etcétera.
Seguramente todo ello contribuyó a que Rivera destacara, fue el menos encorsetado, el más rápido, el menos formal. Todas las encuestas que se han hecho desde ayer en los medios y periódicos digitales dan a Rivera como ganador, incluso la que se ha hecho entre los lectores de El País, que se empeña en defender que Sánchez salvó el debate o la que se ha hecho entre los lectores de la Vanguardia que no deben tenerle mucha simpatía a Rivera precisamente. Rivera supo aprovechar los puntos más débiles de Sánchez: la falta de respuesta a la cuestión de los indultos, la negociación con los independentistas, la foto con Torra, los acuerdos con Bildu…
Rivera es el que, en cierto modo, más se juega en los debates. Casi la mitad de los votantes del partido de Alberto Rivera (el 45 por ciento) confiesan que no descartan decantarse por otra opción durante lo que queda de semana. El argumento catalán y el pacto con los independentistas de Sánchez puede ser un argumento vencedor para Rivera, porque ese pacto es rechazado por el 70,2% de los españoles, porcentaje que asciende al 72% cuando se trata de los votantes socialistas.
Casado optó por un tono moderado que corrige buena parte del tono que ha tenido en la campaña. Casado pierde mucho cuando quiere parecerse a Vox. Los votantes de Vox son los que tienen más decidido su voto y no parecen dispuestos a cambiar, por eso Sánchez puede quedarse en Moncloa. Hay a quien le gustaría quizás un Casado más agresivo y espera verlo esta noche. Pero Casado donde tiene indecisos que ganar es en el centro. Por eso optó ayer por presentarse como un hombre tranquilo, al frente del partido de centro y de la buena gestión económica. Esta noche veremos si Casado se mueve del centro, si Sánchez vuelve a ser derrotado, si Rivera cosecha otra victoria. A lo mejor esta noche Iglesias entra en el debate.