Cisneros: "El deporte con sus claroscuros se convierte en bálsamo que rebaja la tensión y calma la ansiedad"

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Sufrí con Carolina, lloré con Alcaraz, me quedé atónita con Rahm. Y así pasé un domingo de bajón que me hizo desear la llegada de este lunes para remontar anímicamente. De momento, la cosa no es que vaya muy bien.

El deporte no siempre es una explosión de alegría, muchas veces es dolor, tristeza, impotencia y frustración y ayer la jornada de los Juegos Olímpicos nos mostró con dureza ese lado.

Porque ganar no siempre es la recompensa, de hecho ganar es superdifícil, incluso aunque esté en el guion y en las previsiones. Pero el deporte, con lo bueno y lo malo, siempre es emoción, intensidad, euforia o decepción y sobre todo un bálsamo para corazones irritados.

¿Y qué puede irritar nuestro ánimo si estamos a 5 de agosto, en el mes tradicional de vacaciones en España, cuando nos dejamos acariciar los pies por el agua del mar o la arena de la playa y podemos permitirnos el lujo de despertarnos con el sonido de los pájaros en el campo?

Pues las noticias, la actualidad de la política española y del mundo que no nos da tregua ni en agosto.

Esta semana que comienza hay que estar pendientes de si Salvador Illa será presidente de la Generalitat, si Puigdemont va a regresar a España tras 7 años fugado, pendientes de Venezuela y ese Maduro que quiere perpetuarse en el poder a golpe de pucherazo, y de si Irán atacará a Israel llevando la guerra en Oriente Medio a una dimensión desconocida.

También de la guerra de Ucrania que sigue enquistada y de la violencia y las revueltas raciales que se extienden por las ciudades del Reino Unido. Y por si todo esto fuera poco, hoy se están desplomando las bolsas de todo el mundo arrastradas por el nikei de Japón que anticipa una recesión de la economía americana.

Y entonces vuelves a encender la tele y escuchar la programación especial de los Juegos en COPE porque hay un partido de vóley playa cuya narración de repente parece música para tus oídos.

Y así el deporte con sus claroscuros se convierte en el bálsamo que rebaja la tensión y te calma la ansiedad. Y ¿cuando se acaben los Juegos, qué? Ya nos ocuparemos de ello la próxima semana.