Pilar Cisneros: "Que por ley se impongan apagones en las grandes ciudades es más que discutible"

00:00

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

“Vienen tiempos oscuros. Y no es una metáfora. Tiempos oscuros, a media luz, como decía el tango, pero sin esa magia especial que tenía la canción.

La crisis energética que ya sufrimos y, que se va a recrudecer a partir del otoño, impone medidas de ahorro a golpe de decreto ley.

España se ha comprometido con la UE a ahorrar un 7 % en el gasto de gas y el Gobierno aprobó ayer el plan de ahorro y eficiencia energética que publica hoy el BOE. Desde hoy los comercios, los bares, restaurantes, bancos, oficinas, centros culturales y edificios públicos disponen de 7 días para limitar la temperatura del aire acondicionado a 27 grados. En invierno la calefacción no podrá superar los 19 grados.

Esto es la confirmación de lo que ya sabíamos. Lo nuevo: apagar escaparates y monumentos a partir de las 10 de la noche hasta noviembre de 2023.

Que tenemos que ahorrar es indiscutible, que los tiempos del derroche pasaron, también. Con los altos precios de la energía y la inflación disparada ya no hay familia, comercio, o restaurante en este país que no haga todo lo posible por ahorrar, por la cuenta les tiene, pero que por ley se impongan temperaturas y apagones generalizados en las grandes ciudades es quizás más discutible y especialmente en un país con las características del nuestro.

Ponte en situación, verano, vacaciones, mucho calor, las calles llenas de turistas y a las 10 de la noche, cuando acaba de anochecer, !plof!, se apagan la Giralda, la Alhambra o el Acueducto de Segovia...No se, quizá podrían darle una vuelta o esperar a que termine la temporada turística, ¿no?

Hablamos hoy en el programa con los dueños de varios establecimientos de ciudades monumentales para que nos cuenten si sus negocios se verán afectados con la medida. Ahorrar sí, no queda otra, por nuestro propio bolsillo y por solidaridad, pero pensar un poco más sobre las medidas más adecuadas tampoco estaría de más.

Para que todos nos subamos al carro del ahorro energético hay que explicar muy bien las medidas que se ponen en marcha y siempre es mejor convencer que imponer. Hacer pedagogía del ahorro energético es fundamental, también lo es dar ejemplo y eso va más allá de que los ministros no lleven corbata”.