Cisneros: "Tenemos que contemplar espectáculos bochornosos como el de ayer en la plaza de Colón de Madrid"
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Comienza la segunda quincena de agosto de 2020.
Empiezan las vacaciones para miles de personas que han tenido que esperar hasta ahora para por fin tener días de descanso, y fin de vacaciones para otros cientos de miles, todo esto con la presencia constante de un virus llamado SARS COV 2 que ha decidido que no solo no se iba de vacaciones, sino que desde mediados de julio no ha hecho más que multiplicar los brotes que ya se reparten por todas las comunidades, y que ha obligado tomar medidas mucho más duras ante el peligro de provocar otro colapso sanitario si no se tomaban medidas drásticas.
El ocio nocturno: se adopta el cierre de las discotecas, salas de baile y bares de copas con actuaciones musicales en directo.
En la Hostelería y la restauración: se recuerda la necesidad de garantizar la distancia interpersonal mínima de 1,5 metros en servicios de barras, la distancia entre mesas y una limitación de 10 personas por mesa, con un horario de cierre a la 1 de la madrugada, con la imposibilidad de aceptar nuevos clientes a partir de las doce de la noche.
Centros sociosanitarios o residencias de mayores: obligatorio realizar PCR a los nuevos ingresos con un decalaje máximo de 72 horas y a empleados que regresen de su permiso o periodo vacacional.
También, se prohíbe fumar en la vía pública o espacios al aire libre cuando no se pueda respetar el espacio de dos metros. Esta medida se extiende a cualquier dispositivo para fumar. Restricciones duras que ponen en jaque miles de puestos de trabajo pero necesariamente la evolución de la pandemia.
Tremendos sacrificios para dueños de bares y discotecas que ven su futuro muy muy negro. Y en estas estamos cuando tenemos que contemplar espectáculos bochornosos como el de ayer en la plaza de Colón de Madrid: Miles de personas sin mascarilla, sin distancia.
La manifestación de los negacioncitas de la pandemia en Madrid incumplió todas las normas sanitarias y contravino todas las reglas del sentido común que cualquier persona con dos dedos de frente debería tener como medida de autoprotección propio y de los demás. Cada uno es libre de pensar, lo que quiera. Pero, En plena oleada de brotes veraniegos y con los miles de puestos de trabajo ya en juego por la necesaria medida de poner coto al ocio nocturno para reducir la transmisión resulta de todo incomprensible una actitud tan bochornosa.
Estamos cansados de denunciar a los jóvenes que hacen botellón por su irresponsabilidad y ahora, señores y señoras adultos demostrando menos responsabilidad que un adolescente se juntan a miles sin las más mínimas medidas de protección porque creen que todo lo que pasa es una invención para controlarles.
A ver todos queremos recupera cuanto antes nuestra vida de libertas, de ir tranquilamente por la calle sin ir embozado mientras te suda la cara con el calor. Queremos abrazar y besar a familia y amigos sin reparos, sin miedos, sin sospechas. Pero no lo conseguiremos haciendo el tonto.