Pilar García Muñiz sobre las estafas telefónicas: "Algo tan antiguo como la prudencia puede ser el mejor remedio"

Lo más probable es que alguna vez hayas tenido una llamada como esta, llegan a miles, todos lo días.

Te llama un número desconocido, y una voz robótica te ofrece encontrar trabajo si agregas el número a tu WhatsApp. El mejor consejo es colgar y bloquear. Ni caso.

Pero puede pasar que alguien, por la necesidad de encontrar un empleo, agregue ese número al WhatsApp y entre en contacto con ese desconocido. Aquí empieza la estafa y pueden pasar varias cosas:

Pueden ofrecer un trabajo ideal, pero para acceder a esa oferta te pedirán dinero por adelantado. Dinero que no vas a volver a ver.

O bien, pueden pedirte también tus datos personales para acceder al trabajo de tus sueños. Claro, tiene truco, como advierte la Policía Nacional.

Lo que hay detrás es una modalidad de estafa que puede hacer cualquiera con una tecnología relativamente fácil de obtener en Internet. La clave está en camuflar el número de teléfono real que te ha llamado. Dicho de otra manera, crear un número fantasma.

De esta manera consiguen que, cuando vas a denunciar, no puedan ser localizados. Leandro Núñez, es abogado experto en protección de datos y nos ha contado que ahora la ley va a tratar de frenar este tipo de llamadas fantasma.

Si te preguntas cómo han dado con tu teléfono, la respuesta puede ser doble. O bien te llaman por casualidad, porque hacen muchas llamadas de forma aleatoria, o bien porque hayan comprado una lista de datos que hayan sido robados en Internet a cualquier empresa. Esto es muy habitual.

Este tipo de llamadas con falsas ofertas de empleo no suele tener un objetivo concreto, con nombres y apellidos. Estos estafadores lanzan muchos anzuelos y esperan a que pique cualquiera.

Tampoco vale apuntarte a la Lista Robinson, porque no se trata de empresas reales y por tanto no se ajustan a ninguna legalidad.

Lo mejor es desconfiar de llamadas anónimas que ofrecen el trabajo de tus sueños a cambio de dinero. Por mucha tecnología que haya de por medio, algo tan antiguo como la prudencia puede ser el mejor remedio.