"Como en el tenis, podemos perder o ganar, pero al menos tenemos la oportunidad de intentarlo"

La directora de 'La Tarde' reflexiona sobre la lección que ha dejado la tenista Paula Badosa en el US Open, tras sufrir una lesión que le impidió jugar durante un tiempo

- 2 MIN

      
      
             
      

La tenista española Paula Badosa, acaba de clasificarse por primera vez en su carrera para los cuartos de final del US OPEN de Tenis. En la celebración me he quedado con un detalle: un grito que se eleva, incluso, por encima del estruendo del público.

Este grito de Badosa lleva detrás muchas cosas.

En 2022, hace apenas 2 años, Badosa consiguió alcanzar el número 2 del ranking mundial. En aquel momento, su carrera entró en barrena desde lo más alto. Fue el vértigo del éxito y fue la rotura de la vertebra L4.

Una lesión que le llevó a recibir 4 horas de fisio cada día y a jugar condicionada a un pinchazo de cortisona. Badosa descendió desde el Olimpo deportivo al infierno en apenas un año y en los inicios de 2024 su nombre estaba más allá del número 100 del ranking mundial.

Su carrera podía haber acabado en cenizas, pero en ese momento optó por seguir intentándolo. Hoy el grito que hemos escuchado es como el canto del Ave Fénix saliendo de esas mismas cenizas que auguraban una retirada.

Yo no sé cómo acabará el US OPEN, pero el mayor partido lo está jugado Paula Badosa contra sí misma y eso es algo que nos puede pasar a cualquiera sin necesidad de estar en la élite de ningún deporte.

      
             
      

La autoexigencia, la monotonía o el estrés, por ejemplo, pueden ser factores que nos enfrenten a nosotros mismos y son universales. Pueden darse en el tenis, en la oficina, en las relaciones familiares, o en los colegios. En cualquier sitio, a cualquier edad.

No hay recetas mágicas para remontar el vuelo. Tampoco se hace de la noche a la mañana y en la mayoría de casos podemos necesitar ayuda. A veces basta la compañía y otras tendremos que buscar la guía de un profesional.

Hay mil situaciones, quizás tantas como personas, pero creo que hay un punto de partida común en todos nosotros cuando nos enfrentamos a estas situaciones: la voluntad de cambiar las cosas.

      
             
      

Hablo de ese momento de rebeldía, de inflexión. Ese click en la cabeza que nos hace levantar la vista y centrarla en el futuro. Luego, como en el tenis, podemos perder o ganar, pero al menos tenemos la oportunidad de intentarlo.

En ese sentido, Paula Badosa puede ser un ejemplo. No tanto como deportista de élite, sino simplemente como una persona.