La Cofradía de las Angustias vuelve con "ilusión por los años perdidos": "Te dejas llevar por la Virgen"
La Tarde de COPE acompaña a la Cofradía penitencial de Nuestra Señora de las Angustias de Valladolid para presenciar los ensayos del paso antes del gran e "indescriptible" momento
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Un equipo de La Tarde de COPE presenció los ensayos de la Cofradía penitencial de Nuestra Señora de las Angustias de Valladolid y, además del esfuerzo, todos se mostraron muy emocionados al poder llevar el paso adelanto tras dos años de pausa como consecuencia del coronavirus. Es por esto por lo que hay muchas incorporaciones nuevas de quienes quieren formar parte de ello y, entre ellos, destaca la ilusión de los más jóvenes.
"Hay mucha gente joven. Estaba calculando antes y la cuadrilla de hoy tiene una media de 20 años. Eso es muy bueno porque significa que viene cantera. El más mayor es Emilio que tiene 40 años y de los demás hay muchos que no llegan a los 20 años", aseguran tras reconocer que hay tanto "hombres como mujeres" y, concretamente, "siete chicas cargando": "Eso es muy importante también", opinan al respecto. "Aquí siempre los relevos son generacionales. Ahora, están entrando los hijos de los que empezaron a sacar los pasos", agregan.
Entre ellos, se encuentra Rodrigo Martín, de 16 años: "Es la primera vez que voy a llevar el paso. Tengo muy buenas sensciones y ganas. Va a ser emocionante porque cargar y salir, otra vez con todas las imágenes, con la Virgen, después de dos años duros. Va a ser muy bonito". Todos comparten la misma emoción, dado que o es su primera vez o llevan esperando este momento años por culpa de la pandemia.
"También es mi primera vez. Me veo bien y con fuerza. Los ensayos han ido bien y cada vez estamos yendo a mejor. Mi abuelo era cofrade, mi padre y mi tío lo son. Es tradición familiar", cuenta Alberto con tan solo 16 años. "Para ser cofrade hay que tener devoción. Si, realmente, no sientes esa llamada o esas ganas de acompañar a la Virgen... Esto es lo que a uno realmente le llama para hacer cofrade. Después de dos años de pandemia se va a vivir con más emoción que nunca", opina el joven.
Mujeres que portan el paso
Asimismo, también hay un grupo de mujeres que se han animado a portar el paso. "Es mi primera vez. Es una sensación increíble", reconoce Sara de 18 años, coincidiendo con la opinión del resto de sus compañeros. Por otro lado, está Celia que, con 23 años, revela que es cofrade desde su nacimiento: "Soy cofrade desde que nací. Mi padre me inscribió en el registro y me hizo de la cofradía".
"Este año se está esperando con muchas ganas. De hecho, se ve que en todos los eventos hay mucha gente. Después de estos dos años, además de los anteriores que hubo lluvias y no pudimos salir como queríamos, hay ganas. Poder ver los pasos en la calle, poder sacar nuestros pasos, poder estar con la gente con la que no hemos podido estar en los últimos años...", declara la joven.
"También es mi primera vez. Es una maravilla saber que va a llegar el Jueves Santo. Lo que se siente es inexplicable", dice Carlota muy emocionada, con tan solo 17 años. "La verdad es que no me planteaba para nada cargar, pero han ido llegando los ensayos, he ido cargando y he decidido que es lo que voy a hacer", cuenta, haciendo referencia al momento en el que decidió cargar.
"Es una sensación que no puedes describir"
Todas ellas corroboran lo mucho que pesa y el dolor de hombro que sufren, ya que no llevan protección, "solo un tipo de almohadilla que hay en el paso, pero lo que es en el cuerpo nada". A pesar de ello, aseguran que es una sensación indescriptible: "Cuando ya estás en la procesión, sientes el cansancio, el peso en tu hombro... Pero miras hacia arriba, a través del capirote, y ves a la Virgen, al Cristo... Es una sensación que no puedes describir. Es gratificante porque, realmente, te gusta y lo estás haciendo por algo. Hay que vivirlo para saber lo que es".
Por otro lado, Antonio Gómez, ex alcalde de la Cofradía de las Angustias, confiesa que tienen "dos sensaciones": "Una de mucha ilusión por los dos años que hemos perdido de Semana Santa y poder ahora hacer las procesiones. Y la otra, cierto temor por cómo va a reaccionar ante esta nueva Semana Santa que vamos a vivir, distinta a la de los últimos años. Es una cosa nueva y no sabemos la reacción de comisarios, de cofrades, de devotos... Todo eso tenemos que ver qué pasa. Es una mezcla de emociones, nerviosismo por la reacción de la gente y de emoción por recuperar lo que es nuestro".
De la misma manera, reconoce que es un trabajo duro, pero es un momento "muy emocionante": "Cuando estás debajo de la Virgen, dejas de padecer. Te dejas llevar por ella y, entonces, no hay ningún momento difícil. Hay momentos emocionantes como cuando te cruzas con la mirada de una persona que está mirando a la Virgen y está con las lágrimas en los ojos y te llega algo porque tú no la estás viendo. La ves refelejada en esa lágrima de la señora que está rezando. Son momentos emocionantes que te llevan a pensar en tus cosas, a concentrarte, a rezar, llorar...".