La condición de la celda de la cárcel de Picassent que facilitó la huida de dos presos: ahora lo denuncian

Fue una de las noticias del sábado y, también, está siendo una de las de la semana: la huida de dos presos de la cárcel de Picassent, en Valencia. Si siempre fugarse de la prisión es motivo de sobresalto, mucho más cuando se trata de una como esta. 

Y es que parece, auténticamente, toda una película. Ambos presos, de 43 años y de 39, huyeron rompiendo los barrotes de las ventanas de sus celdas y anudando unas cuantas sábanas para, a continuación, descolgarse por ellas.

Recorrieron el resto de zonas de la prisión sin ser vistos, y lo consiguieron al hacerlo en un momento clave: durante el partido del Barcelona-Atlético de Madrid. Entre el bullicio y la distracción de muchos funcionarios, estos dos presos salieron de la prisión para no volver.

Una huida que ha sido, totalmente, a la antigua usanza. Tanto la Policía como la Guardia Civil ya están buscándolos, pero, mientras, los funcionarios esperan que se depuren responsabilidades por lo ocurrido.

Pero, ¿cómo pudo suceder? Es lo que le preguntamos a Pablo Muñoz, periodista de ABC, especializado en sucesos que nos contaba cómo sucedió la noche.

“Consiguieron salir de la celda tras arrancar un barrote de la ventana y descolgarse. Primero bajó uno y luego otro, pero no se sabe cómo pasaron las sábanas de una celda a otra” explicaba.

La condición de la celda para facilitar la huida

Es difícil creer que, en el momento en el que estamos, dos presos puedan huir de la cárcel y, sobre todo, haciéndolo como en cualquier tebeo o película. 

Según Pablo Muñoz, hubo una gran planificación para poder salir, aprovechando el momento del partido de fútbol, en el que la mayor parte de los presos hacen mucho ruido.

“En los encuentros deportivos es habitual que golpeen las puertas y griten, con el bullicio aumenta. El partido fue de mucha intensidad. Se identificó la fuga sobre las 23:30, ven las sábanas anudadas y dan la voz de alarma, se produce después del último recuento, cuando comienza el partido de fútbol” explicaba el periodista.

Pero, como él mismo decía, la huida no era fácil por varias razones, entre otras, porque las ventanas por las que tenían que descender estaban provistas de barrotes. Sin embargo, había una condición en ellas que lo hizo todo posible.

Y es que estaban oxidados los barrotes, por lo que, arrancarlos fue bastante fácil. “Estaban bastante oxidados igual que otras instalaciones, todo estaba en malas condiciones. Los sindicatos lo denuncian y piden más inversión en seguridad” aseguraba.

Una vez que descendieron, todavía no se sabe si contaron o no con ayuda externa, pero sí se sabe que actuaron con extrema rapidez. “Cómo continuaron es algo que hay que analizar, hay que ver si contaban con algún apoyo exterior o no” decía el periodista.

El perfil peligroso de los presos

Aunque desde fuera la noticia pueda hacer cierta gracia y ser hasta divertida, lo cierto es que no tiene nada de gracioso. Y es que la situación es bastante seria, entre otras cosas porque los presos merecen estar donde están.

Además, como aseguraba Juan Baño, el perfil de estos presos es “peligroso”.

“No son gente especialmente pacífica. Uno de ellos está considerado como preso peligroso y suele estar armado, se alertó también a la policía de la zona y se están haciendo indagaciones entre familiares, pueden reaccionar de forma muy violenta si se ven acorralados” sentenciaba.