El detalle que puede cambiar el futuro de la guerra de Ucrania: "Se tiene que medir"
El general Pedro Méndez de Vigo y el almirante Ángel Tafalla han explicado las claves de la destrucción de la presa de Kajovka
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El agua sale sin control en la presa ucraniana de Kajovka, situada en el río Dniéper. La explosión ocurrida esta madrugada ha puesto en alerta máxima el sur de la región de Jersón. Las poblaciones de alrededor han tenido que ser evacuadas ante la previsión de las graves inundaciones.
Fernando Abadía, miembro del comité nacional de Grandes Presas aclara que la situación es “catastrófica”. Esa presa es vital para Crimea y también para la central nuclear de Zaporyia, pero ahora mismo no supone un riesgo inmediato de seguridad, pero la falta de agua para la central nuclear será “marginal”.
En plena guerra en Ucrania, las acusaciones entre ambos bandos de la explosión de la presa han sido constantes. Y es que las zonas críticas están divididas a un lado y otro del río Dniéper: la orilla occidental está controlada por tropas ucranianas, frente a la oriental que está bajo el control ruso y ahora con la rotura de la presa, ni se puede cruzar el río.
Según el general Pedro Méndez de Vigo, “es difícil hablar con seguridad”, pero aclara que la presa estaba “en poder de los rusos”, por lo que, teniendo en cuenta la contraofensiva, parece que se ha tratado de un ataque ruso. El almirante Ángel Tafalla coincide y añade que es "típico" de los rusos “hacer daño de forma indiscriminada”.
Sobre la contraofensiva ucraniana, el general cree que “se están produciendo amagos pero no se sabe por dónde va a pretender romper el frente Ucrania”, eso sí, aclara que con esta voladura, “va a ser muy difícil que por ahí se haga una contraofensiva”.
El almirante opina que “tendría más sentido que progresaran hacia el sur”, y así “cortar el puente hacia Crimea”. Eso sí, cree que no han llegado los tanques “suficientes”, pero este es el sitio “más probable” por donde podían atacar los ucranianos.
El general considera “poco probable” que se recuperen las fronteras ucranianas que poseía el país antes de la guerra. Eso sí, Occidente “espera que haga algo” por todas las armas que se ha mandado al país. El almirante no cree que esto pueda desembocar en una negociación: “No nos queda más remedio que seguir apoyando”.
Si queremos evitar una guerra soterrada, tendríamos que llegar a una negociación donde ser rebajasen las expectativas. Pero ahora mismo los bandos “están muy alejados”.
Por su parte, Mendez de Vigo, celebra que “no se haya avanzado al terreno nuclear”, lo que considera “cierto éxito”, pero "se tiene que medir cuánto se ayuda a Ucrania”.