Las dos extrañas desapariciones en Jaén que mantienen en vilo a la Policía y Guardia Civil: con 9 años de diferencia y mismo perfil de víctimas

Diciembre de 2013, Villacarrillo, en pleno campo de Jaén. Es una localidad de apenas 10.000 habitantes y es muy conocida por albergar cada temporada a jornaleros, en su mayoría migrantes, para la recolección de la aceituna. 

En esa fecha, uno de estos temporeros, Tidiany, desaparece de forma misteriosa. Lo último que se sabe de él es que había ido a ver a su patrón, Ginés, para decirle que abandonaba el trabajo y reclamar su finiquito.

Desde esa noche, nadie más volvió a saber de él. Pese a los esfuerzos de la Policía y Guardia Civil, pocas pistas les llevan a conocer su paradero.

Enero de 2022, nueve años después, se le pierde la pista a Ibrahima, otro jornalero. Lo curioso de todo esto es que desaparece justo en la misma zona, de forma parecida porque él tenía el mismo patrón y había ido a hacer lo mismo que Tidiany: anunciar su dimisión y reclamar su dinero.

Dos desapariciones gemelas que inquietan y mucho a la Guardia Civil. Dos casos sin resolver que se siguen investigando y a los que aporta un poco de luz Sergio Rodrigo al publicar su documental 'Jornaleros: el mal patrón'.

Él mismo nos aclara cómo han sido los dos casos y qué piensa la Guardia Civil acerca de ambos.

La hipótesis que se maneja por la que se resolvería todo

Empezamos por el caso de Tidiany, que es el primero que llegó en el tiempo. Era diciembre de 2013, y él, proveniente de Mali. Había llegado a Jaén con la idea de trabajar como temporero y, cansado del trabajo que estaba haciendo en Villacarrillo, decidió irse a Huelva con sus familiares.

Cuando fue a avisar a su patrón, Ginés, desapareció. “Se iban a ir a Huelva. El momento en el que el hermano va a la estación de autobuses, en ese momento se le pierde la pista. Llamó a su hermano, pero ese teléfono no ha vuelto a tener ningún tipo de señal, ni se sabe dónde está a día de hoy” contaba Sergio, director del documental.

“Un día antes, hubo un enfrentamiento verbal entre el patrón y él, no llegó a buen puerto y volvieron a quedar al día siguiente. Solo una última pista: aparecieron unas orejeras que aseguraron que pertenecía al ADN de él” aseguraba.

Fueron a juicio y la acusación popular se personó contra Ginés, el patrón. Sin embargo, “los indicios, pruebas presentadas no se pudo demostrar y preferían tener a un posible culpable en la calle que un inocente en prisión”.

Se sigue investigando, pero, entre medias, ocurre la desaparición de Ibrahima, un senegalés que había ido a trabajar de temporero. Era enero de 2022, y él iba directo a Ginés, a reclamarle su dinero. Exactamente la misma zona.

Pero, ¿cree la Guardia Civil que están relacionados? Pues bien, esta es la hipótesis. “Todo está bajo secreto de sumario, pero nos consta que se han personado en la causa sus familiares, me consta que la Guardia Civil, UCO y Policía Judicial, creen y tienen la certeza de que si encuentran a uno también al otro, está buscando, tristemente, cadáveres” aclaraba el director.

Una ayuda imprescindible para esclarecer el caso

Como contaba Sergio, director del documental, al patrón de ambos desaparecidos se le conocía por no respetar mucho los derechos de trabajadores. 

“Los derechos de las personas trabajadores se respetan en el campo, pero hay quienes vulneran esos derechos y se aprovechan de la situación. El patrón de Tidiany fue condenado por explotación laboral”.

A las familias de ambos desaparecidos les ayudó Jesús Castro, director del secretariado de migraciones de la diócesis de Jaén, sacerdote católico.

“Cuando se dio la situación, nos interesamos y por mediación de algunos conocidos en Mali pudimos contactar con su familia” contaba.

“Sufrimos mucho con ellos, cuando leí este segundo caso pensaba que recordaban la noticia, pero es todo igual. Me vino todo lo vivido con el anterior y nos interesamos con este segundo caso, fue un shock que me revolvió todo. El hecho de que sean migrantes, es la soledad e indiferencia de personas que tienen pocas redes aquí, pasan desapercibidos” sentenciaba.