El esclarecedor mensaje que mandaron al traficante que vendió ketamina a Matthew Perry: puede aclarar qué pasó la noche de su muerte

365 días son los que han pasado desde que, uno de los actores cómicos más queridos de los últimos tiempos, muriese. Él era Matthew Perry, más conocido como Chandler en la serie de 'Friends', y su muerte conmocionó al mundo.

No tanto por lo querido que era el personaje y su temprano fallecimiento (apenas tenía 54 años), sino por el modo en el que había sido. Le encontraron muerto en el jacuzzi de su casa, presuntamente ahogado, tras una sobredosis.

La autopsia solo pudo confirmar que el actor había consumido ketamina, una sustancia más que letal. Esto dejaba a sus fans de todo el mundo sumamente emocionados porque, después de años batallando contra las adicciones a las drogas y el alcohol, parecía que el actor estaba sobrio.

Tanto, que en la reunión que hizo con el resto del reparto en 2020, aclaraba que ya no estaba en la situación oscura en la que había estado en el pasado.

Sin embargo, la trama se complicó todavía mucho más, cuando, en agosto de este año, se detuvo a cinco personas que estaban implicadas en la muerte del actor, y, entre ellos, estaba su asistente personal durante más de 25 años. También su médico, que se declaró a sí mismo culpable pro administrarle esta droga al intérprete.

Y es que, según declararon, Perry estaba consumiendo esta droga como un método alternativo a los tratamientos por depresión y ansiedad.

¿Por qué trataba su depresión con ketamina?

A sus 54 años, Matthew Perry llevaba, aparentemente, una vida muy tranquila en Los Ángeles. Estaba soltero, no había tenido hijos, y, lo más importante, había dejado atrás una vida de adicciones.

Unas adicciones que, como él mismo reconocería, le habían llevado a no recordar nada de algunas temporadas de 'Friends'. Esa tempestuosa vida le había sumido en una gran depresión y padecía ansiedad desde hacía años, sin embargo, se sentía orgulloso de estar sobrio.

Por eso, quizá, llamó tantísimo la atención que lo encontraran muerto a causa de una sobredosis de ketamina. Como publicaron más tarde los medios estadounidenses, se administraba esta droga como método alternativo para tratar la depresión y ansiedad.

Pero, ¿quién le dijo que este método era efectivo? Es lo que preguntamos a David Alandete, corresponsal de COPE en Estados Unidos.

Él mismo apuntaba a que “la ketamina, es legal recetarla aunque no lo parezca. El círculo que había alrededor que lo permitió es lo escandaloso, su asistente personal. Les convenía tenerlo drogado para sacarle de todo, parece ser. Es como una trama como la de Michael Jackson y el propofol” comenzaba diciendo.

“Hay muchos millonarios de la tecnología que hablan de tomar ciertas drogas en dosis muy reducidas, y la ketamina es la nueva moda” exponía Alandete. Por eso, aquí quería fijar la atención en un nombre que, todavía no ha salido a luz, y que es esclarecedor.

Ella es Jasveen Shanga, la que se conoce como “la reina de la ketamina”, y que ha instaurado en Hollywood toda esa creencia. “Ha ido vendiendo que la ketamina es legal, que no pasa nada, que puedes tomarla en dosis pequeñas” decía.

Esta mujer está más que implicada en la trama y así lo atestiguan los mensajes que se mandó con el traficante que le vendía la droga a Matthew Perry.

El esclarecedor mensaje que aclararía qué es lo que pasó

David Alandete comentaba que, este caso, va para largo, porque, de momento, solo está en la fase de investigación. “En marzo de 2025 empiezan los primeros juicios, pero normalmente se demora. La Fiscalía y Policía está investigando, también la familia pidiendo que lleguen hasta el final” comentaba. 

Sin embargo, cree que será de suma relevancia, porque hay muchas personas implicadas en un caso en el que, lo que pretendían, era mantenerlo drogado. “Hay una trama que era una serie de gente que vivía cobrándole precios astronómicos y les interesaba tenerlo en una situación en que siguiera pagándoles mientras él seguía en un duermevela”.

Así pues, es más que esclarecedor el mensaje de “la reina de la ketamina” y el traficante, justo antes de su muerte. “Me pregunto cuánto más pagará este imbécil” le decía ella a él.

Cuando se descubrió la muerte, esta mujer volvió a mandarle un mensaje al traficante en el que le pedía que borrara todos sus mensajes.

“Él tenía gente a su alrededor que interesaba seguir dándole medicamentos fortísimos. Gente con un pie en profesión médica que cobran dinero y les permite perpetuar esa situación” decía Alandete.

“Es una lacra enorme que se vive aquí en EE.UU, pasa con ketamina pero también con MDMA, éxtasis...Aquí es imposible fumarte un cigarrillo en la calle, está mal visto, pero fumar marihuana es lo mejor que puede hacer alguien en la calle, hay un movimiento para legalizarlo” aclaraba.