El gesto de amor de Míriam: cambiar de trabajo a algo que le "aterraba" tras lo que sucedió a su marido
"Ella fue la que se ofreció y es un privilegio", confirma el marido de Míriam en 'La Tarde'
Publicado el - Actualizado
3 min lectura
Isaac y Míriam están casados y habitualmente salen a pescar juntos en Barcelona Él lleva el pescar en las venas, su familia está repleta de pescadores. Pero a ella le atrae más la montaña, era técnica forestal. "Complicado para elegir el sitio de vacaciones" comenta la pareja con sorna. Él comenzó a faenar cuando tenía 15 años, se casaron cuando aún tenían la edad de 20 años y tienen 2 hijas preciosas. Lamentablemente, a Isaac le aparece un glaucoma en un ojo, por este motivo no le renuevan el título de patrón de barco. Ante la sorpresa del esposo, ella coge fuerzas y sorprende a su marido sacándose el título de patrona de barco. Ambos se levantan todos los días a las 6 para trabajar.
A la mujer le aterraba el mar: "Iba con mis hijas y poco más". Ella había escuchado muchas veces en su casa que "las mujeres no pueden trabajan en el mar". Para el expescador es "un privilegio trabajar juntos". Gracias a Míriam puede trabajar en lo que le gusta desde pequeño y se lo agradece continuamente: "Tiene mucho mérito".
La extécnica forestal afirma que el título no le costó mucho, "todo es ponerse". Ha asegurado que lo que más problemas le causó fueron las matemáticas. Le fue muy doloroso tener que renunciar a la montaña: "Lo dejé por el nacimiento de mi primera hija".
"Ella fue la que se ofreció", confirma el marido de Míriam. Él no podía ejercer su oficio, tenían el barco y no se podían permitir a otro patrón, por lo que la mujer en un ataque de responsabilidad se ofreció.
Él accedió, aunque confirma que un tanto desconfiado, aunque posteriormente todo fue favorable: "muy contento con el resultado, lo hace muy bien, al principio fue complicado, pero nos compenetramos bien, los roles están definidos". Él confirma que la parte más dura de faenar es el movimiento constante: "El barco no se está quieto por las olas, es un barco, es de 12 metros y siempre se mueve".
Ella no tiene dudas de lo más negativo de su empleo: "Los golpes que son constantes o te pinchas, las heces de las gaviotas, todo eso resta". Aun así, afirma que ha encontrado su lugar y confirma que su primera discusión fue al encontrar basuras en las redes: "Él quería devolverlas al mar y yo insistí en reciclarlas", algo que hace asiduamente. Además, agrega que "hay infinitas basuras, latas botellas de políticos, mascarillas, gafas, pero hemos llegado a encontrar un extintor y una lavadora".
Su oficio concretamente es el de pescadores de arrastre de fondo y cuando se les preguntan por su opinión sobre las nuevas medidas de la U.E. de eliminar la pesca de arrastre en 2030. Ellos están consternados: "Tenemos un mar muy rico y vamos a tener que alimentarnos fuera". Comenta también que la disminución de pescadores en Cataluña: "Es alarmante".
Él afirma que los pescadores son los que más quieren al mar, "le hemos dado nuestra vida", y dice que la legislación "está matando el mar, el mayor problema que tienen son las leyes en Bruselas". Afirma que los gobernantes no les piden opinión ni tienen en cuenta las necesidades de los pescadores.