El hartazgo de los vecinos de Pepa en pleno centro de Madrid: todo por el negocio que ha puesto en su terraza
Juan Ramón Sánchez es administrador de fincas y explicaba en 'La Tarde' qué se puede hacer para evitar este tipo de situaciones, cada vez más comunes, en nuestro edificio
Publicado el
3 min lectura
"Hasta las narices y así cada semana". Así es como definía uno de estos vecinos, del pleno centro de Madrid, la situación que le toca vivir desde que Pepa ha llegado al edificio. No es el único que tiene quejas, porque son muchos los que expresaban en 'La Tarde' lo mucho que les cuesta convivir con una persona así.
Uno, de hecho, llegaba a confesar que ha puesto a la venta su piso, porque no puede soportar seguir en esas condiciones. "Me he hecho a la idea de que aquí no puedo vivir" confesaba apesadumbrado.
Todos son vecinos de Pepa, en un edificio del centro de Madrid, al que llegó Pepa hace poco alquilada. Ella vive sola, sí, es un piso más bien pequeñito, de pocos metros cuadrados, pero cuenta con algo de un valor incalculable: una terraza/patio inmenso. Y esta estancia es, concretamente, la que provoca la ira de sus vecinos.
Y no porque la tenga ella, sino porque ahí hace fiestas y numerosas reuniones, pero no de su entorno, sino de personas a las que alquila. Saca, según cuenta, una cantidad inmensa de dinero por alquilar esa estancia a otras personas.
Lo que hace en su patio que provoca el hartazgo de sus vecinos
"Puedo rentabilizarlos, lo alquilo a personas unas horas y saco una rentabilidad de unos 3000 euros al día. No me molestan mientras yo estoy en la casa" contaba Pepa. Sí, es absolutamente real, alquila una estancia de una casa que ella misma alquila, y saca por ello un dineral. Y la cosa no acaba ahí, porque confirma, sin ningún tipo de tapujo, que ella no declara este dinero.
"Yo se lo dejaba, la gente conocida en mi entorno lo alquilo, no lo declaro porque es gente de mi entorno" decía. Sin embargo, sus vecinos no opinan lo mismo, y empiezan a estar hartos de que todos los fines de semana tengan gente en su edificio que no conocen de nada y por la que Pepa saca rentabilidad.
Pues bien, lo que hace Pepa no es nada nuevo, de hecho, son muchos los particulares que disponen de una terraza, un jardín o un patio interior por el que sacan tajada alquilándolo. En esos espacios, permiten que se hagan reuniones, comuniones, eventos o incluso fiestas de empresa.
Los propietarios los suelen alquilar por horas y, por ello, reciben importantes sumas de dinero, siendo un buen negocio, pero dudosa legalidad. Por eso, en 'La Tarde' nos preguntamos si eso es legal o no, y qué pueden hacer los vecinos para pararlo.
Un negocio de dudosa legalidad
Juan Ramón Sánchez es administrador de fincas y explicaba que, por más que parezca mentira, no se puede determinar si este negocio es ilegal o no. "No hay ley que prohíba alquilar esto entre particulares, pero surgen matices. Una persona que está de alquiler, hay que saber si está autorizada a subarrendar, si no tiene la autorización, puede ser una ilegalidad" decía.
Lo cierto es que no solo está el tema de arrendar una estancia que es posible que sea común, sino por el ruido que provoca y los excesos que deja en la comunidad. Pero, ¿qué se puede hacer para solucionarlo?
"Es complejo de solucionar, pero no quiere decir que no haya cosas que no se puedan hacer. Lo que hacemos en estos casos es intentar reconducir la situación por una mediación, si no funciona, se dan pasos revisando estatutos, analizando el tipo de terraza y se busca todo tipo de información para ver cómo atajar el problema. Se puede poner una denuncia" decía.
Él prefiere, como decía, una mediación con el vecino para analizar las posibilidades de una solución. "Una de las cosas que nos encontramos es que es difícil de mostrar este tipo de excesos en el uso de ruidos en la comunidad, aunque hay normativas que prohíben realizar fiestas en domicilios particulares, las multas no son excesivamente altas" sentenciaba.