La “línea roja” que no deberías cruzar cuando compras un móvil reacondicionado: si lo haces, durará poco

Ricardo Aguilar, editor de Xataka, web especializada en tecnología, explica en 'La Tarde' en qué debemos fijarnos para adquirir tecnología reacondicionada 

Ana Rumí

Publicado el

3 min lectura

      
      
             
      

A nadie se le escapa que las formas de consumo, de un tiempo a esta parte, están cambiando y mucho. Si antes, cualquier producto que necesitáramos lo comprábamos en grandes almacenes, ahora lo hacemos, fundamentalmente, por internet. 

Y eso es solo la punta del iceberg de los cambios que poco a poco experimentamos. Y es que ahora no solo buscamos los mejores productos, sino también las mejores opciones de ahorrar y que, a su vez, sean sostenibles.

Por eso, los productos tecnológicos (los más consumidos) reacondicionados están en auge. Se estima, por cierto, que en solo cinco años, 9 de cada 10 españoles compren productos reacondicionados de forma frecuente.

EFE

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Pero, ¿es esto una buena práctica? Es lo que nos preguntamos en 'La Tarde'. Por eso, vamos paso a paso, porque aunque parezca que no, un producto reacondicionado no significa necesariamente que haya usado previamente.

Este tipo de producto significa que ha sido preparado para que sus funciones estén de nuevo correctamente en funcionamiento.

“Es un producto que ha vuelto a la tienda de distribución por cualquier razón o nimiedad y se vuelve a poner en venta, no tiene por qué estar usado” explicaba Ricardo Aguilar, editor de Xataka, una web especializada en tecnología.

      
      
             
      

¿Cuánto podemos ahorrar con un producto así?

Lo cierto es que con este tipo de tecnología se puede llegar a ahorrar hasta un 50%. Depende de la categoría en la que se enmarque, porque para este tipo de tecnología hay divisiones.

Por un lado, puede ser un producto “nuevo”, “muy bueno”, “bueno” o “aceptable”. Si se trata de esta última categoría, podríamos llegar a ahorrar hasta 500 euros en un producto.

“Depende bastante de la tienda donde compremos, a veces distinguen entre nuevo o no, ponen rangos por letras. A el más óptimo, D para usarlo pero no perfecto. Lo más normal es que cuando está impoluto, cueste 800 o 900, y si vamos bajando de categoría ahorramos hasta el 50%” explicaba.

      
      
             
      

Pero, ¿en qué requisitos deberíamos fijarnos para comprar este tipo de tecnología?

La “línea roja” que no deberías cruzar al comprar esta tecnología

Para poder comprar un producto reacondicionado que esté en buenas condiciones y que se acomode a lo que estamos buscando, debemos fijarnos en ciertos detalles en los que, de normal, no repararíamos.

“Tiene que cumplir alguna garantía que deben poder demostrar. Conviene que el consumidor sepa qué es exactamente lo que se ha hecho con ese producto. Si no viene descrito, es nuestra obligación preguntar en la tienda qué se le ha hecho” comenzaba explicando este experto.

Además, nos da algún truco para informarnos de que ese producto nos conviene. “Miraría el estado y ver para qué necesitamos el producto. Si no va a ser de uso diario, podemos aceptar un estado no tan inmaculado” comenzaba diciendo.

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“Miraría la garantía, la ventaja es que la garantía del fabricante puede tenerla, cuando vuelva al mercado puede tener 1 o 2 años. En productos como teléfonos móviles, tablets, relojes haría una consulta de cómo está esa batería, debe estar por encima del 80%” porque, si no, te durará poco.

Ojo a la línea roja que no deberíamos, bajo ningún concepto, cruzar. Especialmente en móviles. “Sería una línea roja, habría que preguntar si se ha reemplazado con componentes originales. Si cambiamos a batería o pantalla no original, puede haber incompatibilidades. Que los reemplazos sean con piezas del fabricante original” sentenciaba.