Regenta un camping en San Sebastián, conoce a un peregrino y le da una poderosa idea que pone en práctica 60 años después
Ella se llama Candi y contaba en 'La Tarde' cómo aquella experiencia cuando apenas tenía 20 años le marcó para siempre
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Pocas personas pueden decir que llegan hasta los 80 años, aunque la esperanza de vida sea cada vez mayor, y mucho menos personas pueden decir que llegan a esa edad con la cabeza totalmente en orden.
Mucho menos, cuando se trata de ser totalmente independiente y funcionar por uno mismo, llegando a realizar todas esas tareas que se hacían con otra edad.
Pocos pueden presumir de eso, pero nuestra protagonista de hoy puede decirlo alto y claro. Ella se llama Candi, tiene 89 años, y no hay nada que le pare. Y cuando decimos nada, es, literalmente, nada.
Porque desde hace tiempo esta mujer se ha decidido a contar todas sus aventuras en las redes sociales, llegando a acumular casi 90.000 seguidores solo en Instagram. Pero, es que además, no solo cuenta aventuras del día a día, sino las más inverosímiles.
Y eso es por una idea que tuvo cuando apenas tenía 20 años y conoció a las personas adecuadas. Sesenta años después, ha podido realizar sus sueños.
Todo gracias a una idea sacada de su camping de San Sebastián
Cuando era joven, Candi trabajaba junto a sus padres regentando un camping en San Sebastián. Se encargaba de todo lo que entraña un trabajo como este, desde limpiar las cabañas hasta atender a todos los peregrinos.
Fue ahí donde conoció a uno de ellos que le cambió la vida y su percepción. “Alucinaba cuando veía que llegaban con coches camas, furgonetas, y les preguntaba de dónde venían y alguno decía que daban la vuelta al mundo. Imagínate oír que alguien en ese entonces dar la vuelta al mundo, se me quedó grabado y lo que se queda en tu mente se realiza” comenzaba contando.
Lo tuvo claro entonces: quería dar la vuelta al mundo. Sin embargo, la vida viene como viene, y no todo vas a poder planearlo. Por eso mismo, no pudo cumplir sueño. Se dedicó a la abogacía, que le llevó a ejercerla en Motril.
Formó su familia y, cuando obtuvo la jubilación a los 66 años, decidió cumplir su sueño en solitario. Mochila al hombro, Candi comenzó a viajar por todo el mundo.
“Es verdad, no hacía falta comunicarse, me pidieron que llevara una chapa como los soldados y mi número de España por si me pasaba algo” contaba entre risas.
Poco a poco, empezó a viajar por México, Filipinas, o la India, y a conocer lugares y personas que le marcarían para siempre.
Dice que la clave de su juventud a sus 89 años es precisamente que sigue teniendo un montón de sueños por cumplir y que, mientras no lo haga, nada más que sus proyectos le pueden esperar. Lo sabe y, por eso mismo, no ha dejado de viajar. ¿Su lugar favorito? Lo tiene claro: el sur de la India, aunque haya vagado por otros tantos lugares mundiales.
Solitaria por todo el mundo
A sus 89 años, Candi va por el mundo sola, sin nada más que su mochila. Algo que, en realidad, preocupa y mucho a su hijo, que considera que ya no tiene edad para andar sola por ahí.
Sin embargo, ella lo dice, nunca está sola. Porque desde que viaja conociendo mundo, no solo llega a lugares nuevos, sino que conoce a personas nuevas.
“Siempre que llegaba a los albergues juveniles, cuando entraba me llamaban y me decían que había venido una abuelita con la mochila, y se querían venir conmigo. Siempre iba con cuatro o cinco jovencitos” decía con mucha risa.
Comenzó su viaje con mochila al hombro, sin prisa y una sola certeza: la vida no espera. Candi se bajó del avión en Buenos Aires con 66 años y muchos sueños, y desde entonces, no ha parado.