El relato de Sounkaro, un senegalés que llegó a Europa navegando desde Libia: "Al borde de la muerte"
El codirector de 'La Tarde' pone rostro, desde Lampedusa, a personas que viven (o han vivido) en primera persona el drama de llegar a Europa
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Hoy, en COPE, recorremos las rutas de la inmigración al drama de llegar a Europa. Lampedusa es uno de los principales puertos de llegada. Está mucho más cerca de Túnez que de Italia. Pero claro, Lampedusa ya es Europa.
La distancia con Túnez es de 110 kilómetros. Mientras, la distancia con Sicilia es de 200 kilómetros. Fernando de Haro, desde el puerto de Lampedusa, ha hecho una fotografía de lo que ha podido ver allí. "Llegar es relativamente fácil. Parte del equipo de 'La Tarde' llegamos el sábado por la noche. A la misma hora que llegábamos, llegaba un barco para albergar a 275 personas. Un barco que habían rescatado y que se encontraba más cerca de las costas de Túnez que de Lampedusa".
Afortunadamente, Frontex quiso rescatar este barco. Al muelle que Fernando de Haro tiene delante. Quien conoce bien esos viajes es Sounkaro, un senegalés que legó a Sicilia a través de Libia. Hoy trabaja como mediador cultural en Cruz Roja en Lampedusa y ha contado su historia en 'La Tarde'.
Hizo un largo viaje, partió de Senegal "atravesando Liberia, Mali, Níger, Burkina Faso. Llegué a Libia, estuve dos años y medio. Después de todo ese viaje, lo logramos. Llegamos a Libia. Dando gracias a Dios".
Cuenta en 'La Tarde' que salió de su casa porque su padre murió y tenía que ayudar a su madre y a sus hermanos.
El viaje fue difícil, pues pasó por lugares que nunca había visto. Bajo su opinión, el sitio peor fue "Libia porque tuvo lugar una guerra increíble. La gente por la calle, los delincuentes, fueron de los años más difíciles". Este joven ha sufrido la violencia y cuenta que tuvo que pagar a la mafia una vez porque le secuestraron.
"Fueron tres días durísimos en el mar, demasiados", narra a Fernando de Haro. Además, añade que tuvieron problemas porque en el primer viaje tuvieron que volver. Tenía 16 años. Y cuando llegó en una barca de goma, indica que se arriesgaron mucho porque "casi estábamos al borde de la muerte. Pensaba siempre dos cosas. O llego o muero".
"Cuando estás en mitad del mar, el hambre lo olvidas. Piensas cómo puedes huir de esta situación. Te giras y no ves a nadie de tu casa. Solamente ves el mar", reflexiona.
Sounkaro estuvo con gente que acababa de llegar de Libia y Túnez y él acude, les hace sentarse en grupos, "les damos de comer, les damos ropa. Después vuelven y sacan sus huellas digitales y después les transfieren a otros centros en Italia". Le cuenta al codirector de 'La Tarde' que el que llega en esas circunstancias no quiere meter presión a su familia.
Ahora, asegura que ha cumplido su sueño porque cuando llegó a Italia no sabía el idioma ni tenía un trabajo. "Me gusta estar en Lampedusa porque llegan los inmigrantes, llegan muchas situaciones diferentes y uno que ha pasado por aquí les quieres ayudar. Los tienes que integrar y somos nosotros los que lo hacemos", concluye.
"¿Qué sentido tiene darles así la bienvenida?"
Más testimonios. Lillo es un voluntario que trabaja en un colegio y que, cuando recibe un aviso de que llega un barco, pues acude al espigón a auxiliar en el primer momento.
"Con frecuencia, voy a acoger a los chicos que acaban de llegar a Lampedusa. No es bonito hacer este tipo de voluntariado porque ves en qué estado están. No se pueden mantener en pie ni sonreír después del viaje de la esperanza. Tienen necesidad de afecto y abrazo. Intento hacerme el fuerte, pero si yo me debilito...¿qué sentido tiene darles así la bienvenida?", reflexiona este voluntario en los micrófonos de 'La Tarde'.
El drama de llegar a Europa
Este lunes, COPE está ofreciendo una programación especial desde los puntos clave de las rutas de la migración.
Carlos Herrera, Alberto Herrera, Pilar García Muñiz, Fernando de Haro, Pilar Cisneros y Ángel Expósito están contando y explicando junto a los protagonistas de esta realidad lo que está ocurriendo desde Canarias, Senegal, Túnez, Lampedusa o la península.
Todo, con el objetivo de poner nombres y apellidos al drama que supone llegar al continente europeo con lo justo.