La trashumancia, una tradición que reivindica "la importancia de la ganadería extensiva en España"

Hay que ver como suenan. Los cencerros de las 1.200 ovejas y 100 cabras que forman parte de este rebaño. Así es como están pasando por esta tierra, completamente mojada después de las lluvias.

De buena mañana, comienzan su ruta diaria. Recorren entre 15-20 kilómetros diarios. Son propiedad del Concejo de la Mesta que se encarga de mantener viva la trashumancia y esta tradición que esta semana cumple los 750 años. Nada más y nada menos.

A la cabeza del rebaño iba un pastor y al final del rebaño van otra parte de pastores y los perros. Vemos como llega un mastín y el resto de los perros que ayudan a recoger el ganado. Y siempre hay un pastor que cierra el rebaño.

En 'La Tarde' nos hemos ido a una zona que se encuentra entre Boadilla del Monte y Pozuelo de Alarcón para dar voz a esta tradición.

"No deja de ser curioso ver a un rebaño de ovejas metido en una de las urbanizaciones más lujosas de Madrid", reflexiona Pilar Cisneros. Además, cuenta como ve pisos al lado, un operario del ayuntamiento, y a la vez estos animales que se están "adueñando del terreno. Con esta trashumancia, reivindican estas vías tradicionales de las ovejas".

Hablamos con Manuel Vaíllo, de la Asociación Trashumancia y Naturaleza que nos cuenta que "hay bellota, hay encina, y la oveja quiere comer la bellota. Podemos estar kilómetros sin ningún problema, pero es lo normal. Son animales".

"El 95% de la gente es comprensiva"

Vienen de la alta montaña de Cantabria y del norte de Palencia, han atravesado toda España y la llegada a Madrid es un trauma tanto para las ovejas como para los pastores.

"Tienes momentos que hay que tener cuidado. Las cañadas cada vez las utiliza más gente para ir en bici y tenemos que hacer compatible el uso tradicional con el ocio actual", narra a Pilar Cisneros. Además, asegura Vaíllo que el "95% de la gente es comprensiva. Cuando pasamos por los colegios y las urbanizaciones, les hacen fotos".

El objetivo de llevar a cabo esa trashumancia es "una reivindicación para el uso público de las cañadas y de la importancia de la ganadería extensiva en la conservación de los ecosistemas y la biodiversidad de España". Este año, afirma Manuel Vaíllo, han visto claramente los efectos del cambio climático, la sequía y las lluvias desproporcionadas. "Hemos sobrevivido también a la lluvia. Nos cortó el paso un arroyo".

Los pastores viven en tiendas de campaña y cuando se cansan mucho, alquilan alguna habitación porque "esto de ducharnos con agua fría, tantos días, es complicado, pero de vez en cuando nos damos un lujo". Son siete personas y están 32 días andando y conviviendo.

Por último, concluye que "hasta hace cuatro días, las cañadas no eran más que escombreras llenas de lavadoras y ahora mismo, todas las personas (ya no solamente los pastores) el medioambiente y la conservación del disfrute del ocio que están teniendo, pues es bueno para toda la sociedad".