Con solo tu temperatura corporal y adaptando tu ropa: así serán los cargadores con tu energía
En 'Lo Que Viene' hablamos con Marisol Martín, del Instituto de Micro y Nanotecnología, que está al frente de un proyecto del CSIC para cargar los dispositivos con nuestra energía
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Seguro que, cuando sales de casa, llevas poco menos que tu casa encima. Desde botellas de agua, ahora que hace calor, hasta un snack para media mañana, pasando por todos los cargadores y dispositivos móviles que tienes en casa. Porque, si eres de los que te pasas gran parte del día fuera de tu casa, necesitas llevar el cargador porque los dispositivos cada vez aguantan menos con su autonomía, mucho menos con el calor.
Pero, imagínate que eso cambie en cosa de diez años, porque no necesitaremos llevar ningún cargador para, valga la redundancia, cargar tu móvil, tablet u ordenador. Imagínate que solo te necesitas a ti mismo, porque con el calor corporal que desprendes, es suficiente para cargar estos dispositivos.
Pues es algo en lo que está trabajando unos investigadores del CSIC, que creen que es posible transformar el calor humano en electricidad para recargar dispositivos. Al frente está Marisol Martín, del Instituto de Micro y Nanotecnología. Ellos creen que con nuestra propia temperatura, podremos cargar todo lo que necesitamos.
¿Cómo? Pues eso es lo que nos desvelaba en Lo Que Viene, y tiene que ver con la diferencia de temperaturas entre nuestro organismo, y el mundo exterior, por decirlo así. "Si miras a los humanos con una cámara térmica, desprendemos unos 10 o 15 grados por encima de la temperatura de la atmósfera. Esa diferencia de temperatura y el entorno es lo que se utiliza para generar electricidad con dispositivos termoeléctricos" aseguraba.
Y es así como funciona, utilizando ese calor para transformarlo. "Lo que cambiaría es estar cargando constantemente, tenemos la idea de que a partir de esa diferencia de temperatura podamos generar suficiente energía para que las baterías estén continuamente cargándose con nuestro movimiento y calor corporal, no tendremos que cargarlo porque siempre estará cargada" contaba la experta.
Las distintas aplicaciones de este proyecto
Seguramente, nos imaginamos esta carga para los dispositivos que más usamos en nuestro día a día, pero, lo cierto es que, como nos explicaba esta investigadora, pueden servir para instrumentos médicos que salven vidas.
Por ejemplo, se refiere con ello a dispositivos que requieran de monitoreo, como una bomba de insulina, que necesitan personas diabéticas y que sería útil que no se quedase sin recarga. "La idea que tenemos es que estos dispositivos se autocarguen con nuestro calor y tengan suficiente energía para que sean útiles y envíen información a nuestros móviles para que se puedan monitorizar, como en los hospitales, esto será en un futuro no muy lejano, y no encargarte de cargar esos dispositivos" aseguraba.
Pero, de momento, los dispositivos de carga con nuestra energía no están inventados y deberían ser muy diferentes a los que existen en la actualidad, porque, tal y como explicaba Marisol Martín, del Instituto de Micro y Nanotecnología, deben amoldarse a nuestro cuerpo. "El dispositivo en sí, para que podamos aprovechar el calor humano, el dispositivo tiene que ser flexible, se amolde a nuestro cuerpo y eso aún no lo tenemos. Tienen que ser biocompatibles, o sea la propia pulsera del reloj o una camisa para que coja ese calor y lo genere" contaba.
Eso significa, por supuesto, que podremos tener ropa amoldada a estos cargadores, para que reciban nuestra energía y puedan cargarse. Un proyecto que, según calculan, estará listo de aquí a "cuatro años".