La denuncia de Elisabeth, vecina de Paiporta, sobre lo que sufren los niños de la localidad un mes después de la DANA: "No hay buenas noches"
Madre de dos niños, Elisabeth cuenta a Antonio Herraiz el drama que siguen viviendo sus hijos, los cuales viven fuera de su casa habitual para poder ir al colegio
Madrid - Publicado el - Actualizado
2 min lectura
Este lunes se cumplen ya cuatro semanas desde que la DANA cambió las vidas de miles de ciudadanos en Paiporta y otras localidades de Valencia, tras desatar su furia y dejar daños humanos y materiales incalculables. Hay situaciones que parecen inimaginables un mes después pero que siguen sucediendo. Entre ellas, una que varios padres han denunciado recientemente: hay colegios que todavía no pueden abrir y, por lo tanto, no pueden acoger a los alumnos.
La cifra es gigantesca: en Paiporta, en concreto, son más de 4.000 niños, según fuentes locales, que siguen sin poder acudir a sus colegios de forma habitual. Elisabeth, madre de dos menores de 6 y 9 años, expone a Antonio Herraiz en Mediodía COPE Fin de Semana el impacto devastador de esta situación. A esta madre no le queda otra que vivir a distancia de sus pequeños mientras esta situación no se soluciona.
“Mis hijos están escolarizados en régimen de acogida en Valencia, pero el viernes se acaba ese plazo. Si no se amplía, se quedan sin colegio. Tendríamos que buscar otro, lo que sería otro trauma para ellos”, relata Elisabeth. Aunque tiene la suerte de poder apoyarse en familiares cercanos, reconoce que muchas familias no cuentan con esa suerte. “Hay niños que están sin escolarizar, otros que están en casas separadas porque no hay alternativas. Esto no es justo”, añade.
"HE PERDIDO LA ESTABILIDAD DE DARLES LAS BUENAS NOCHES"
Y es que Elisabeth los ha podido llevar a casa de un familiar muy cercano de Valencia, teniendo que estar a distancia y, sobre todo, recuperándose del trauma que fue esa desgracia climatológica. “Mis hijos lo vivieron como un trauma. No sabemos cómo reaccionarán al volver a su entorno natural. A pesar de todo, están felices dentro de lo que cabe", comenta Elisabeth. Sin embargo, para ella, la distancia de sus hijos y la pérdida de su hogar es un golpe difícil de superar: “He perdido dos coches, el trastero con recuerdos de 16 años y, sobre todo, la estabilidad de dar las buenas noches a mis hijos”.
La recuperación en Paiporta, como pasa en otras localidades valencianas, avanza lentamente. Elisabeth denuncia la falta de condiciones adecuadas en los colegios para garantizar la seguridad de los niños. “Los colegios necesitan instalaciones limpias y seguras. Los niños no pueden salir de casa cada día con botas llenas de barro”, comenta a Antonio Herraiz. Este retraso en la normalización del entorno escolar genera ansiedad entre las familias: “Han perdido un mes de sus vidas, y no vemos que esto avance”.
El pueblo, como tantos otros afectados por la DANA, se enfrenta a un futuro incierto que requerirá el apoyo de todos para conseguir salir de esta. Y, sobre todo, de unas ayudas del Estado que todavía no terminan de llegar.