Españoles en Indonesia: "La historia se repite. Hay pueblos destrozados, imposible de reconstruir"

Las autoridades de Indonesia han informado de la evacuación de un español de la isla de Célebes.

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Cuando escribimos esta crónica las cifras de la tragedia sufrida por Indonesia tras el último terremoto y el posterior tsunami son de 1.000 muertos, 90 heridos, 632 heridos ingresados en diferentes hospitales y 50.000 desplazados acogidos en 103 centros de acogida. Quienes están en la zona hablan de devastación, desesperación, sufrimiento...

Josep María Soler, es un español con varias empresas de turismo en la zona, ha contado a 'Mediodía COPE' como está la zona, "el terremoto ha sido muy fuerte y ha afectado sobre todo a la zona de la bahía, a las ciudades de Palu y Donggala, pero nada más en toda la isla  justamente la cercanía de esa ciudad es una zona muy selvática y despoblada". Josep María estaba a 200 kilómetros, donde también se sintió, "notamos un temblor regular, no notamos un gran temblor que duró como unos diez segundos".

La zona es paradisíaca y recibe mucho turismo, los españoles elegimos cada vez más esta zona del planeta para descansar algunos días. Los empresarios que tienen hoteles en las islas se preparan para un descenso del flujo de turistas, como Guillermo Bastarrica, General Manager de Meliá Hotels International, que tiene claro que "va a afectar, pero es normal, uno oye que ha habido terremotos grandes en Indonesia y ahora llega uno con casi mil muertos y se lo piensa uno antes de coger un avión y viajar hasta allí".

Es el segundo terremoto en el archipiélago, tras el que sacudió hace escasamente dos meses a la isla de Lombok que dejó un balance de 300 muertos. Marta Cerezal, lleva seis años en la isla de Lombok y vivió en primera persona el terremoto y sus consecuencias, "este ha sido mucho más grande, no funciona ni la electricidad, no hay agua, el aeropuerto sigue totalmente cerrado, destrozado, la situación es caótica".

Marta se va a trasladar a la zona, a la isla de Célebes a ayudar, "la historia se repite y peor, hay pueblos enteros destrozados y es imposible de reconstruir, el gobierno ha admitido que el detector de tsunami está estropeado desde hace seis años, la boya de agua profunda está rota desde hace seis años y se retiro la alerta del tsunami para no alarmar al turismo".

Marta sigue ayudando en la reconstrucción de las casas en Lombok y en su retina siguen las imágenes de la destrucción.

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