La historia de Úrsula y cómo dio la vuelta al negocio de su familia: "Volvió a nacer ese sentimiento"

Úrsula Parra estudió filología inglesa, pero decidió dar un lavado de cara a la empresa familiar, la renovó y ahora exporta sus productos en todo el mundo

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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A veces es necesario aprovechar las oportunidades que nos brinda la vida y gracias a la programación especial de COPE '¿Cómo trabajamos en España?', Pilar García Muñiz ha podido conocer el caso de Úrsula Parra. Desde Torrijos, en Toledo. La joven es propietaria de Dimur Fruits, una empresa dedicada a los procesados de frutas.

Úrsula estudió filología inglesa, pero nunca ha trabajado de lo suyo. Algo que, lamentablemente, le ocurre a una de cada cuatro personas en nuestro país, que trabajo en algo distinto a lo que estudiaron o en lo que se formaron. En su caso, su familia se dedicaba a la agricultura y alimentación. Primero su abuelo, después su padre y su tío. Y ahora ella, quien dio un vuelco al negocio y ha conseguido vender sus productos en todo el mundo. De hecho, el año pasado facturó 10 millones de euros.

"La idea nació porque yo pasé una temporada viviendo en Cataluña, en Lérida. Allí me dedicaba a la venta de producto de fruta en fresco. Y vas haciendo una red de contactos, te vas dando cuenta de que no todo es la manzana en fresco, sino que también está el concentrado de manzana, que tiene más utilidades. Y por ahí vas hilando", ha contado a Pilar García Muñiz. A partir de ahí creó sus propias ideas. "Cuando ya decidí volver a mis orígenes, a Torrijos, fue cuando dije: "Es ahora o nunca"".

Después de hacer filología inglesa, Úrsula dio un giro completo a su vida: hizo un MBA en gestión de empresas agroalimentarias y fue ahí cuando volvió a sus orígenes. "Fue cuando volvió a nacer ese sentimiento frutero que tenemos en la familia y cambiar completamente las reglas, pero seguir con la esencia", ha apuntado.

Reforzada de la pandemia y apostando por el talento senior

Una aventura que inició en el año 2019, justo antes de la pandemia. Un impedimento que no frenó su negocio: "Salimos reforzados, aunque parezca mentira". Ha contado que pese a la dificultad que tuvieron que sufrir estos años, "la estrategia que teníamos montada en ese momento funcionó. Funcionó el estocaje que teníamos y gracias a eso pudimos mantenernos con vida".

A día de hoy trabajan en la empresa, con ella, seis personas. Pero lo que más llama la atención, además de que todo el procesado de las frutas se hace en Murcia y Valencia, es que Úrsula apuesta no solo por el talento joven, sino también por el talento sénior.

"Yo soy muy novata y muy pardilla en tema de números, entonces necesitaba una persona que a mí me diese confianza y que yo supiese que podía confiar en él. Entonces no lo dudé ni un minuto. Para mí la experiencia en este caso es un grado", ha confesado esta joven emprendedora.

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