Bajas laborables flexibles, en 'Mediodía COPE' hablan los médicos: "En ciertos casos, la incorporación paulatina puede ser positiva"
La psicóloga sanitaria y forense, Bárbara Zorrilla, subraya que "depende de muchos factores y el tipo de enfermedad"
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Es la última ocurrencia del Gobierno y, como tal, no se sabe mucho si se va a poner en práctica, cuándo y cómo. Se trata de la baja laboral flexible, de la que ya ha empezado a hablar la ministra de Inclusión, Seguridad Social e Inmigraciones, Elma Saiz.
A priori no suena muy factible trabajar estando enfermo. Lo que se pretende hacer es algo parecido a la jubilación parcial, es decir, facilitar una incorporación paulatina al trabajo mientras aún se esté de baja.
Por ejemplo, cuando una persona tiene problemas para desempeñar una función en concreto, pero a lo mejor no otra, dentro de esa misma empresa, o para enfermos de cáncer que están terminando el tratamiento y ya se sienten con fuerzas o con ganas de volver a trabajar, pero quizás no a pleno rendimiento.
Las dificultades que presenta la iniciativa
A 4 de octubre de 2024, eso es imposible, porque si se empieza a trabajar automáticamente se anula la prestación por incapacidad.
Lo que quiere estudiar el Gobierno es una fórmula intermedia que permite compatibilizar ambas situaciones. Uno de los aspectos en los que más está insistiendo la ministra, el Ejecutivo, es que todo va a tener un carácter totalmente voluntario. Voluntariedad y supervisión médica son los dos pilares en los que quieren apoyarse y son precisamente los conceptos de los que más recelos despiertan.
Primero porque los sindicatos advierten de que la voluntariedad en las relaciones laborales suele estar viciada por la desigualdad de poder que hay entre empresarios y trabajadores. Es decir, que aunque haya medidas que son voluntarias, a veces los empleados se ven obligados a ellas por presión o por mandatos de sus jefes.
Y en segundo lugar, esa voluntariedad puede chocar con el criterio médico, ya que no se sabe muy bien quién va a tener la última palabra precisamente en este proceso, si el médico o el trabajador en caso de conflicto entre ambos.
la factura por bajas laborales se ha incrementado un 74%
Según los datos del último Informe de Absentismo Laboral de la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo, el año pasado se concedieron en España más de 8 millones de bajas por enfermedad y accidentes no laborales, un 11,3% más que el año anterior. Bajas que supusieron un coste de en torno a 25.326 millones de euros, de los que 13.081 fueron cubiertos por prestaciones de la Seguridad Social y los otros 12.245 por las empresas.
La factura es millonaria y ha engordado nada menos que un 74% en los últimos cinco años. Esto es una sangría financiera y el Gobierno, aunque no se atreve a decir que es por razones económicas, quiere sentarse a estudiar el tema con los agentes sociales y con los expertos. Los sindicatos no lo ven claro por la cuenta que les trae y la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, tampoco.
¿qué piensan los médicos?
El doctor Lorenzo Armenteros del Olmo, portavoz de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia, explica en COPE que el concepto baja flexible del que habla el Gobierno "no es un concepto válido en sí. El concepto baja laboral va unido intrínsecamente a la incapacidad de trabajar. Cualquier otro concepto de baja flexible chocaría con este principio que tiene el de ser una baja laboral".
Los médicos generales y de familia consideran que "se puede flexibilizar, siempre y cuando, y desde el punto de vista médico, la persona esté capacitada para una incorporación parcial o complementaria dentro de su trabajo o que la incorporación laboral pueda contribuir a la mejora del proceso que padece".
La doctora Bárbara Zorrilla, psicóloga sanitaria y forense, admite en Mediodía COPE que en ciertos casos esa incorporación puede ser positiva "va a depender de muchos factores, del tipo de patología, evidentemente, del perfil psicológico y también del tipo de trabajo. La cifra de bajas laborales relacionadas con la salud mental ha ido aumentando y está batiendo récord en los últimos años. Los profesionales que más bajas cogen son los profesionales de la atención y cuidado a los demás, los que se dedican a actividades sanitarias y sociales. Es decir, que sus bajas vienen derivadas del propio desempeño profesional. Entonces, cuando hablamos de bajas relacionadas con trastornos del estado de ánimo, problemas de ansiedad, problemas de sueño, pues depende. Por ejemplo, en el caso de que una persona haya estado de baja por un episodio depresivo mayor, que ha estado aislado, puede ser recomendable una reincorporación de paulatina a su puesto de trabajo de manera flexible y una adaptación".