Interpol pide colaboración ciudadana para identificar a 46 mujeres fallecidas

Cuando una persona denuncia la desaparición de alguien, se pone en marcha todo un operativo para tratar de encontrar a ese sujeto. Toca recabar pruebas, rastrear posibles pistas y obtener la máxima información posible para localizarle en buen estado. Sin embargo, no siempre es así. Ya no solo porque no todos los desenlaces son buenos, sino porque hay ocasiones en las que incluso nadie reclama esa desaparición. 

Precisamente en esos hipotéticos, en los que la víctima no es identificada o localizada, es en los que la Interpol lleva tiempo trabajando. Hace dos semanas lanzaron —por segundo año consecutivo— una campaña muy especial en la que la colaboración ciudadana puede ser clave: “Identify Me”. 

Un proyecto con el que pretenden identificar a 46 mujeres asesinadas o muertas en extrañas circunstancias, y que todavía no han sido capaces de reconocer. Llevan solo dos semanas con esta campaña, pero ya han recibido más de 200 mensajes. Y curiosamente, 26 de ellos relacionados con los siete casos españoles. 

casos españoles

Entre todas las pistas que reciben, los expertos de Interpol tienen que hacer toda una labor de investigación. No todos los mensajes que llegan son buenos, ni todas las pistas llegan a buen puerto. “Nosotros recibimos mensajes con los datos que el ciudadano nos aporta. Basándonos en eso hacemos un análisis y una valoración. Ante cualquier duda que nos suscite se lo remitimos a los grupos de investigación, que serán los que descarten o no las pistas que recibimos”, explica a COPE el inspector de la policía Nacional y jefe del grupo V de Interpol en Madrid, Javier Álvarez. 

La colaboración ciudadana resulta un factor útil en muchas ocasiones. De hecho, en esta nueva campaña hay pistas que podrían ser relevantes para muchos casos, algunos de ellos en España. Prueba de ello es el caso de “la mujer de rosa”. Ha llegado una pista, procedente de Bulgaria, que podría esclarecer lo ocurrido en este sumario. Esta mujer fue encontrada muerta en 2005, en el municipio barcelonés de Viladecans, Barcelona. Le apodaron con “la mujer de rosa” por la indumentaria que llevaba en el momento del hallazgo. 

Otro caso es el de la “mujer que no estaba sola”. En 1999 apareció una mujer joven maniatada en una habitación de hotel del municipio barcelonés Premia de Mar. Presentaba signos de violencia y no pudieron identificarla. Ahora han conseguido una pista —que viene desde Australia— que podría ayudar a esclarecer algo su identidad. 

españa a la cabeza 

España puede decir alto y claro que es líder en el número de identificación. “Nuestros métodos están avanzados, pero además tenemos un sistema que nos diferencia de otros países como es la base de huellas dactilares”, explica. Gracias al DNI y a la identificación de las huellas de los ciudadanos españoles, los agentes de nuestro país pueden localizar más fácilmente a las víctimas halladas. 

Pero, la realidad es que no todo es tan fácil. Porque si no hay posibilidad de tener las huellas, se tiene que hacer un perfil genético. Lo que conlleva un trabajo mucho mayor que, en algunas ocasiones además, no dan resultados. 

Sin embargo, esos perfiles genéticos se pueden realizar siempre que haya con quién cotejar. Es decir, si el cuerpo que encuentran no se puede identificar, nadie lo ha reclamado o no coincide con lo que buscan, la cosa se complica. Ese es el objetivo sobre el que gira la campaña de la Interpol. 

cada detalle cuenta

En la página web de la Interpol viene detallado cada caso: información, reconstrucciones faciales, objetos o detalles que pudieran ser clave y que pudieran ayudar a reconocerlas. Desde prendas de vestir, joyas, tatuajes o incluso peinados. Todo puede ayudar a identificar a esa persona. “Todo esto puede ayudar. Quizás la ropa es de algún país, o una joya. Eso nos puede ayudar a localizar geográficamente a esa persona y tirar de la pista. Así podemos preguntar al país y ver si hay coincidencias”, detalla. 

Es la segunda vez que se realiza esta campaña. El año pasado ya se lanzó una similar y de todos los 21 casos que se publicaron de tres países —Bélgica, Alemania y Países Bajos— consiguieron resolver uno de esos casos. Teniendo en cuenta lo difícil que es localizar a alguien que no sabes quién es, ni tienes pistas para poder averiguarlo, es todo un éxito. 

“El caso del año pasado fue en Amberes. Apreció el cadáver de una mujer de unos 30 años. Ahora que ya sabemos más detalles porque la hemos identificado y sabemos que tenía 31 años. El cadáver se halló en el año 1992 y el año pasado se identificó a través de un tatuaje. Un familiar de esta chica, que era de origen galés, reconoció ese tatuaje y hemos podido identificarla”, detalla Javier Álvarez. 

Por eso desde Interpol hacen un llamamiento a todos, para que echemos un vistazo a la web donde están publicadas las fotos y los detalles de esta segunda campaña. Además, el inspector de Policía ha aprovechado para hacer un llamamiento a las familias de quiénes hayan perdido a un familiar. "IFamilia. Ahí la gente que haya sufrido una desaparición de un familiar, puede poner de manera voluntaria a disposición de la Interpol su perfil genético. Así, Interpol puede cotejar los cadáveres que están sin identificar, por si pudiera coincidir”, añade.