No han caído en el vacío
Escucha la Firma de José Luis Restán del jueves 31 de octubre
Madrid - Publicado el
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El párroco del municipio albaceteño de Letur, Ignacio Requena, contó ayer en COPE cómo ha vivido junto a sus vecinos la tragedia de la DANA mortal que ha devastado pueblos y campos dejando un rastro de dolor que hiela el alma. Ignacio, como tantos, se desvivió en esas horas terribles para socorrer a quien pudo, haciendo visible lo que decía el poeta Paul Claudel, “¿para qué es la vida sino para darla?”. Este sacerdote que conoce los rostros y las historias de cada uno de sus vecinos comenta: “nos miramos y con la mirada nos lo decimos todo, la gente está muy triste y abatida, algo así no podíamos pensar que pudiera pasar, está destrozado todo”. Pero lo que me ha dado verdadera luz ha sido su respuesta a la pregunta de qué hace un sacerdote en un momento como éste: “pido a Dios que nos dé fuerzas, esperanza, saber estar, saber consolar y estar unidos, vivir este momento unos con otros para poder seguir hacia adelante, sabiendo que si hay alguien que no se baja de la cruz es Jesucristo”.
La fe no es una especie de recetario para resolver todos los problemas. No sabemos por qué se produce el sufrimiento de los inocentes, tantos cuyas historias estamos conociendo estos días. En la fe solo podemos dirigir esa pregunta a Dios, y responder con gestos de amor que alivien el dolor trágico que vemos en las imágenes de esos pueblos tan queridos de Valencia y de Albacete. La fe es una relación con Dios dentro de la cual todas las preguntas encuentran espacio y pueden ser sostenidas. Y en la fe, sabemos que, por cada uno de los que han muerto, por cada uno de los que ahora sufren el zarpazo cruel de la pérdida de sus seres queridos, hubo Uno, el hombre Jesús, el Hijo de Dios, que quiso libremente subir a la cruz. Y a cada uno de los que hemos perdido, Él mismo les ha susurrado: “no temas, hoy estarás conmigo en el Paraíso”. No han caído en el vacío sino en las manos del que ha vencido a la muerte.