Evangelizar, lo demás es secundario

Escucha la Firma de José Luis Restán del lunes 30 de septiembre

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El Papa Francisco en un momento de su viaje a Bélgica y Luxemburgo

      
      
             
      

El Papa Francisco ha concluido un difícil viaje al corazón del “cansancio de la fe”, al que se refería Benedicto XVI al hablar de Europa. Hay muchos aspectos que comentar, yo ahora me fijo en uno que me parece central. En su diálogo con los obispos y sacerdotes en Bélgica, Francisco subrayó algo que no es obvio: “el primer camino que estamos llamados a recorrer es la evangelización”. O sea, lo demás que tenemos que hacer, muchas cosas, debe derivar siempre de la tarea misionera de la Iglesia.

El Papa ha dicho que “los cambios de nuestra época y la crisis de la fe que experimentamos en occidente” nos impulsan a regresar a lo esencial, al Evangelio, “para que a todos se anuncie nuevamente la buena noticia que Jesús trajo al mundo, haciendo resplandecer toda su belleza”. Hace pocos días, los medios, incluidos muchos católicos, decían que los ejes de esta visitan serían la paz, las migraciones y el cambio climático… y de la evangelización poco se hablaba. El Papa ha respondido alto y claro.

La crisis, ha dicho Francisco, es una ocasión preciosa. Hemos pasado de un cristianismo establecido en un marco social acogedor, a un cristianismo de “testimonio”, mejor que “de minorías”. Esto reclama la valentía de una conversión eclesial, para que todo esté al servicio de la evangelización, no de otros asuntos. Y ante la inminente apertura del sínodo de los obispos, el Papa ha sido también clarísimo: “el proceso sinodal debe ser un retorno al Evangelio, no deben estar entre sus prioridades algunas reformas que vayan a la moda, sino más bien, debemos cuestionarnos: ¿cómo podemos hacer llegar el Evangelio a una sociedad que ya no lo escucha o que se aleja de la fe?”. De eso trata el Sínodo y por eso es interesante, no por discusiones estériles como las que encarnan algunos manifiestos que el propio Francisco ha descalificado contundentemente.