"Esta apoteosis de egoísmo es la que el PSOE acaba de adoptar como propia con tal de mantener a Pedro en Moncloa"
El codirector de 'Mediodía COPE' analiza en su monólogo de este viernes la reunión de los barones del PP en Madrid y la "insolidaridad" del concierto catalán
- 3 MIN
Está a punto de terminar el cónclave del PP en Madrid, la reunión de los barones territoriales con Alberto Núñez Feijóo para fijar la estrategia de un curso marcado por la financiación autonómica.
Recuerda que en plenas vacaciones, con agostidad y alevosía, con tal de ser president Salvador Illa acató la tesis indepe de que España nos roba y firmó con Esquerra un concierto económico que se resume muy fácilmente (aunque a María Jesús Montero le cuesta bastante).
El concierto catalán se resume así: “Lo mío es solo mío y lo tuyo es de los dos”. Es decir, Cataluña se queda con todo lo que recauda y -ya si eso- calcula una limosna a la baja para las regiones pobres; pero eso sí, las pensiones o la defensa se las seguimos pagando entre todos.
Esta apoteosis de egoísmo, de privilegio y de insolidaridad es la que el PSOE acaba de adoptar como propia con tal de mantener a Pedro en Moncloa y a Salvador en la Generalitat. Ojalá mañana en el comité federal de Ferraz se levante alguna voz, o más de una, con la valentía y la dignidad suficientes para criticar una traición tan grosera al ideario básico de la socialdemocracia.
Que los pobres paguen el tren de vida de los ricos no parece muy socialista. Esto solo se le ocurre al hermano tonto de Robin Hood. Yo aprecio a Page y a Lambán, y deseo que mañana alcen la voz, pero tampoco quiero hacerme demasiadas ilusiones. Por si acaso.
A quien sí cabe exigir una alternativa clara es al Partido Popular. De la foto de hoy, que representa el inmenso poder territorial del PP, cabe extraer una mensaje de unidad a prueba de cantos de sirena, siendo la sirena en este caso la ministra de Hacienda.
Moncloa tratará de quebrar la unidad del PP tentando a sus barones con condonaciones de deuda personalizadas y chanchullos bilaterales. Y ojo, yo creo que si Sánchez los llama uno a uno deben ir a Moncloa; pero deben ir no para dejarse comprar, sino para defender la igualdad de todos y no solo la financiación de su terruño. Deben decirle a la cara lo que dicen fuera a sus votantes.
Ya sé que unidad no significa uniformidad. Ya sabemos que las necesidades financieras de Valencia o Murcia no son las mismas que las de Madrid o Baleares. Ya sabemos que la población de Andalucía es más numerosa que la de Castilla y León; pero estas diferencias de criterio para un nuevo modelo de financiación deben plantearse lealmente, en una mesa multilateral y todos juntos, no prestándose al juego sanchista de las taifas medievales que van a mendigar mercedes al señor del castillo.
El vicio de origen es el concierto catalán, y el PP debe oponerse a él con todas sus fuerzas si no quiere perder la bandera de la igualdad que ahora ondea en exclusiva.
Feijóo debe ser capaz de conciliar las diferencias lógicas entre territorios con la unidad política en lo fundamental. Si no logra que todos remen en la misma dirección, la alternativa al sanchismo quedará diluida. Si lo consigue, Feijóo estará más cerca de La Moncloa.