"No es el momento de que Yolanda Díaz y sus sindicatos asociados se pongan a señalar a los empresarios"
"Ahora lo imperativo es que lleguen las ayudas y, cuando hay 50.000 empresas y otros tantos autónomos afectado" reclaca Bustos en su editorial de este miércoles
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A ver cómo te describo el lugar donde me encuentro en estos momentos, el lugar o el no lugar. Es un gigantesco vertedero que está a las afueras del barrio, la pedanía de La Torre, en el camino que va hacia Paiporta.
Y detrás de mí hay un flujo incesante de voluntarios que un día más se ponen en camino. Llevo aquí dos horas y no he dejado de contar voluntarios con sus palas, con sus botas, con sus cubos, que van camino de Paiporta. Se tarda 45 minutos desde donde estoy para llegar a la zona cero de la catástrofe. Para limpiar un día más. Y detrás de mí también hay un gigantesco vertedero, te decía, que levantará del suelo unos 10 metros, operado por una gigantesca pala mecánica donde el servicio municipal de recogida de basuras de Madrid que está apartando todos los enseres, los muebles, los colchones, que se amontonaban en las casas, en las aceras y en las calles, y lo está depositando creando esta especie de montaña de escombros.
Frente a mí hay un área infantil con unos columpios que recuerdan un poco a la escena de Terminator 2 después de la bomba atómica. Totalmente devastados. Y de vez en cuando se escucha el sonido de la excavadora trabajando y pasan los camiones y pasan las ambulancias. Hoy luce el sol también. Hay una suave brisa que se lleva, por fortuna, el olor a barro podrido.
Sí, debería ser el momento de la verdadera igualdad
Mira, tenía razón la ministra de Igualdad cuando escribió en sus apuntes, este es nuestro momento. Debería serlo, sí. Debería ser el momento de la verdadera igualdad. El momento de aparcar los cálculos políticos. Pero la ministra borró ese comentario, porque el jefe, su jefe, está en lo de siempre. Ni siquiera ante la mayor tragedia del siglo XXI en España, es capaz Pedro Sánchez de dejar de pensar en él, y después en él, y después en él.
En su supervivencia personal, esta vez a través de la aprobación de los Presupuestos. A través del uso de la tragedia como un chantaje a sus socios y a la oposición para que le garanticen los tres años que restan de Legislatura.
Pero vamos a dejar las urgencias personalísimas de Pedro y vamos a volver a las de los valencianos. Aquí se están superponiendo tres fases a la vez. La búsqueda de los 89 desaparecidos, que es la más urgente. La limpieza de las calles, por supuesto, y la reconstrucción. Y hay que hacerlo todo a la vez. Y la tarea es larga y es ingeniosa. Y debería involucrar por igual a la sociedad civil y al Estado.
La primera, la sociedad civil ha estado aquí ayudando desde el minuto uno. El segundo, el Estado llegó tarde, pero empieza a movilizar ya ayudas. Ayer conocíamos ese plan de más de diez mil millones de euros. Las medidas como la asunción del gasto municipal por parte del Estado central. Y para esas cosas, por supuesto, que hay consenso. Y se puede utilizar la herramienta del decreto. Y sería extraño que el rey del decretazo, al que no le importó utilizar el decreto ley para apoderarse de los sillones de RTVE, regatease ahora el uso de esa herramienta. Teniendo además el apoyo parlamentario del resto de grupos, comenzando por el primer partido de la oposición.
Para lo que no hay consenso es para el chantaje, Pedro.
Para lo que no hay consenso es para el chantaje, Pedro. Para eso no. La Generalitat Valenciana cifra en 31.400 millones de euros el precio de la reconstrucción. Es muchísimo dinero. Y si Pedro Sánchez no quiere decretar la emergencia nacional es porque confía en que esa reconstrucción la debe liderar Carlos Mazón. O sea, que o Sánchez confía en Carlos Mazón casi más que Feijóo, te diría, entonces no ha lugar la crítica. A lo mejor es que en realidad en quien no confías en su propia competencia como gestor. Ya lo vimos en la pandemia. Pero en cualquier caso, y sin olvidar la rendición de cuentas y la depuración de responsabilidades a la que le llegará su momento, en estos momentos lo urgente es ir todos a una.
Y el que no vaya a aportar otra cosa que división, que cálculo, que rédito político cortoplacista, lo mejor es que se calle. No es el momento, por ejemplo, de que Yolanda Díaz y sus sindicatos asociados se pongan a señalar a los empresarios, cuando hay 50.000 empresas y otros tantos autónomos afectados. Ahora lo imperativo es que lleguen las ayudas ya.
Y de Mazón a Sánchez existe y ambos tienen una oportunidad para que enmienden sus respectivos errores. El momento es ahora y sostenidamente los próximos meses. ¿Les preocupa la antipolítica? ¿Les preocupa que nazca un momento populista? Pues que demuestren que anteponen las necesidades dramáticas del pueblo valenciano a cualquier interés personal. Porque este no es el momento del relato. Este es el momento de la gestión ágil, eficaz y a ser posible calladita. Ahora lo imperativo es que lleguen las ayudas ya.
Y de Mazón a Sánchez existe y ambos tienen una oportunidad para que enmienden sus respectivos errores. El momento es ahora y sostenidamente los próximos meses".
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