Pilar García Muñiz: "Desde la izquierda se frotan las manos encantados con que el PP se cueza en su jugo"

- 3 MIN

El cisma que vive el Partido Popular, probablemente una de las mayores crisis de su historia, ha tenido hoy como escenario el estudio de Herrera en COPE. Pablo Casado ha roto su silencio en estos micrófonos tras 24 horas con un partido que ha perdido los frenos.

Recordamos que el detonante es el intento de investigar con un detective al hermano de la presidenta de la Comunidad de Madrid por el cobro de una comisión en el contrato para la compra de mascarillas en la primera hora de la pandemia. Este asunto tiene tres vertientes por aclarar:

Una. El supuesto intento de espionaje al entorno de Díaz Ayuso. Algo que hoy le ha negado Pablo Casado a Carlos Herrera.

Dos. De dónde le llega la información a la dirección del PP. Casado niega que procediera de la Moncloa como señaló ayer Díaz Ayuso

Y tres. Aclarar si el contrato del que cobró una comisión el hermano de Ayuso, se firmó sin la mediación de la presidenta. Es decir, aclarar que Ayuso no intervino en la contratación para beneficiar a un familiar.

Este, el asunto del contrato, es hoy el epicentro de todo el bache que trata de sortear el PP. Es la cuña que mantiene abierta la grieta. Casado defiende que su obligación es la de investigar cualquier sospecha incluida que el hermano de la presidenta Ayuso haya cobrado una comisión.

Minutos después de esta intervención de Casado, era la presidenta regional madrileña quien hablaba con Herrera. Ayuso asegura que le dio explicaciones al presidente del PP y le contó que no había irregularidades con su hermano. Ayuso insiste en que se le está tratando de forma injusta.

Casado mantiene que su obligación es velar por la ejemplaridad del PP y en este sentido da un paso más allá en su critica, con este mensaje.

El mensaje es contundente. Casado plantea que el contrato y la comisión pudieron ser legales pero no ejemplares y es ahí donde la dirección del PP nacional insiste en meter el dedo sin terminar de descartar cualquier irregularidad.

Lo último es que tras las entrevistas en COPE, Ayuso ha emitido un comunicado en el que desvela las facturas de su hermano en el contrato de compra de las mascarillas en plena explosión de la pandemia. Dice textualmente que “es una contraprestación por su trabajo y no una comisión por intermediación”. La factura, explica Ayuso, es de 55.850 euros más IVA en el contrato con la Comunidad de Madrid.

Los consejeros de Ayuso insisten, en una rueda de prensa que ha concluido hace unos minutos, que el contrato pasó todos los controles e incluso el de la Cámara de Cuentas. Dicen que Ayuso no intervino en ninguna fase y solo se enteró de la intervención de su hermano más de un año después, precisamente porque se lo dijo Pablo Casado.

Mientras tanto PSOE o Podemos se frotan las manos. Sánchez por ejemplo no ha dicho todavía ni una palabra del tema porque el PP en estas horas se cuece en su propio jugo. Pocas palabras, si pero tanto PSOE como Más Madrid han presentado ya una denuncia en la Fiscalía.